La larga mano de la DEA I. Hace ya un tiempo Mar del Plata se conmocionó por la situación de Francisco Pagano, quien estuvo con pedido de captura por las autoridades de Estados Unidos. Finalmente, firmó un acuerdo en 2019 y se libró, mediante el pago de alta multa en dólares, de dicha situación. Hoy otro marplatense está en la mira por lavado de activos en la causa conocida como “Carbón blanco”: Hectór Teodoro Levis, dueño del Instituto Pinos de Anchorena. Mano que viene complicada.
La larga mano de la DEA II. Don Hectór Teodoro Levis es propietario de dos departamentos en Miami, la meca dorada del argentino medio que busca vivir su sueño americano low cost. En 2019 se dieron a conocer las sentencias que cayeron sobre los compañeros de ruta del fallecido Carlos Salvatore. Ahí, se dispuso el decomiso de 10 inmuebles adquiridos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en varias localidades de la provincia de Buenos Aires y en Miami. Además, se ordenó el decomiso de participaciones societarias en 10 empresas, más de 25 automotores, dinero en efectivo secuestrado ($69.642, y U$S74.571, y €8.145) además de dinero depositado en cuentas identificadas en diferentes bancos —Itaú, Banco Francés SA, Banco Macro SA, Credicop LTDO, HSB Bank Argentina SA, Banco Citibank SA, Banco BNP Paribas, Banco Francés, Banco Santander Río SA— y otros. Esos “otros” incluyeron los bienes de Levis en Miami, apalancados en una sociedad establecida en Delaware.
La larga mano de la DEA III. Hectór Teodoro Levis está que arde en el infierno de los justos. Asevera que nada tiene que ver, y que compró con capital legítimo. Sostiene que entregó propiedades en Mar del Plata y que es víctima, no usufructuario. Para más, muy apegado al billete: la disposición de las autoridades de USA le impide vender, transferir, o alquilar los inmuebles, pero debe pagar expensas, que entre ambos inmuebles son unos tres mil dólares por mes. Pavada de tema.
De coronavirus y tiempos de aprovechar. El que cuando la ve grela no se pierde es Miguel Martínez Allue, quien hizo circular un audio en el que se victimiza por la situación presente y asegura que se está rompiendo el alma para cumplir con los empelados. Eso sí, asevera que, para poder pagar una parte del salario, no todo, ha dejado de pagar proveedores. Uno de esos proveedores tiene cheques rechazados por un millón trescientos mil pesos y ya le dijeron que va a convocatoria de acreedores. La victima decía a sus amigos “con un auto de la flota que exhibe a diario, lo vende y nos paga a todos”.
De exageraciones y seguimiento. Los curules de Mar del Plata no sesionan. Lo están estudiando. Seguramente cuando el Covid-19 sea un recuerdo decidirán si aprueban o no el examen de lo que estudian. En tanto, hacen seguimiento y apoyo de las políticas del municipio, incluida la locura de impedir el ingreso de personas por un decreto municipal más inconstitucional que el que promovía Rodríguez La Renta que buscaba que los mayores de 70 pidieran permiso para salir de su hogar. Algún curul, como en el caso de Agustin Neme, promocionan en la red esta barbaridad que es, a través de un decreto municipal, impedir la libre circulación de personas con la excusa de “la defensa de los marplatenses”.