Demasiado solo. Hay ruidos en el Palacio. El fracaso de la desgestión de Guillermo Montenegro ya no lo puede disimular ni la cuenta de Twitter de Marcelo Pasetti. No se trata sólo del malestar que genera el escenario de malestar interno que provocan las prebendas de las que gozan empleados y funcionarios, todos ligados al sindicato que lidera el conejo negro Antonio Gilardi, sino de la insignificancia política del intendente. Excluido de los conciliábulos del PRO, no está en ninguna de las reuniones de intendentes de su propio partido. Los desaciertos de Alejandro Rabinovich en el trato y las decisiones políticas lo alejan, cada día más, de la agenda de la sociedad.
Casi fue escándalo. La discusión entre Andrés Macció y Oscar “el huevo” Sánchez fue de alto voltaje. Todo vino a cuento de que el primero no brindaba respuestas al respecto de la posibilidad de que se realice el campus de verano en 2021, una actividad que tiene historia, que es un clásico, y que cuenta con ex participantes como, por ejemplo, el mismísimo Emanuel Ginobili. Todo empezó porque, después de dar largas, finalmente, vía WhattsApp, Macció le dijo al “huevo” que no habría campus, porque Montenegro no aprobaba los protocolos presentados. Para qué. El llamado telefónico desató una gritería que se escuchó en el COM, y en el abandonado palacio municipal.
Casi fue escándalo II. Tanto, que tuvo que intervenir la inquieta mano izquierda del intendente para apagar el fuego verbal, que amenazaba con ser un escándalo mediático nacional. Y andá a que te lo pare el “turco” Mohadeb. Rabinovich lo calmo a Sánchez aseverándole que todo estaba bien, y que el protocolo estaba aprobado. Con lo cual, lo dejó a Macció como un zangolotudo. Eso sí, la excusa fue el estado de salud de Monteoscuro a consecuencia de la operación de cadera. Menos mal que no agregó que se va a la casa temprano para bañar a los mellizos, como aseveró campante en Canal 8 hace sólo unos días.
Inaugurando la rutina. Gabriel Felicia “coló” en un puesto público interesante. Radical K, y aupado por el “Chucho” Páez, se ancló a la presidencia del Consorcio Portuario. Como en Easy Rider, busca su destino, y necesita protagonismo. Es así que ha creado unas grandes carnestolendas mediáticas para anunciar el dragado del puerto, un acto rutinario, transformado en un evento épico. Obvio que habrá sanguchitos, palabras de elogio entre los presentes, y agradecimientos a Fernanda Montoto Raverta por la increíble gestión para que se afecten fondos públicos a algo que es del interés común, una tarea ordinaria, como es mantener la operatividad del puerto.
Detrás del acting. En los comunicados del Consorcio Portuario se incluyó el anuncio de un cine al aire libre en el espacio conocido como “la plaza de los circos”. Se dice que va en consonancia con la aprobación de un proyecto que presentó Vilma Baragiola. El área del puerto está bajo legislación provincial, y no requiere autorizaciones municipales, cuestión que ha sido de larga disputa entre ambas jurisdicciones en distintos momentos políticos. Es un poco extraño que se anuncie el cine al aire libre y no se conozca si se licitó, si se hizo por concurso de precios, o qué esquema se usó para la contratación de la firma beneficiaria.