Tribunalicias I. La Asociación Judicial bonaerense está que trina. La Corte Suprema de la Provincia ha determinado que se debe retornar al trabajo presencial en toda la jurisdicción. Aseveran que van a recorrer pasillo por pasillo, oficina por oficina, para ver que se cumplan las medidas de protección que impone el estado de las cosas provocado por la pandemia de Covid-19. Algunos integrantes del poder judicial provincial ya tienen callos en la entrepierna de rascarse y no quieren saber nada de dejar de hacerlo. Injusto para muchos de sus compañeros que sí trabajan y más aún para los judiciables. Algo parecido ocurre en la justicia federal. Hay un secretario, Rodolfo Pradas, que no aparece por Mendoza y Bolívar desde la declaración de cuarentena.
Tribunalicias II. Justamente allí, en donde manda su señoría, el siempre encarcelador Santiago Inchausti, hay olor a trifulca rabiosa. Defensores de los encartados por la denominada estafa al ANSES han solicitado pericias medicas de parte a aquellos que se denunció que recibieron irregularmente sus jubilaciones o pensiones. El magistrado —que decidió a bulto qué expedientes eran irregulares y cuáles no— se niega a dar curso a las pericias mismas, lo que trae una miríada de quejas a las que difícilmente la Cámara Federal –alineada con Inchausti– haga a lugar. Por otra parte, jubilaciones suspendidas por la ANSES en paquete ante esta situación, están siendo repondidas luego de alegar ante la justicia federal, pero en los tribunales civiles.
Y vendrán cambios, no más. La renuncia híper anunciada de Elisa Ferrara abre el interrogante de quién la reemplazará en el cargo. Es probable que llegue el segundo turista del verano. El primero, fue Horacio García, “Toto”, quien aún no exhibió en Marpla sus pajaritas, con las que se acostumbra a lucir. Hay sordos ruidos en Cultura, en donde crecen las quejas y ni siquiera atinan a acordar con OSSE para repara los baños o la bomba impulsora de agua del Centro Cultural de Catamarca y 25 de Mayo. Si no podes arreglar algo tan simple…
Hablando de cosas simples. Los fines de semana se enfocan en hacer corte de circulación en la costa, con el fin de evitar aglomeraciones. La acción podría ir acompañada de algunas otras, menores y simples, como la de cortar el pasto. Se pagan cientos de horas extras a Tránsito los sábados y domingos, y no hay disposición para cortar el pasto que esta súper alto en la zona norte —altura Camet— y que en cualquier momento va a provocar una tragedia. Hay una obvia falta de brújula en la gestión.