De cambios y necesidades. El que creyó que alianza con la UATRE era una genialidad debe estar como Capussoto en su personaje Dr. Hernández, psicólogo y psicópata. Los UATRE, que en Mar del Plata son “los Luna”, se van a otros campamentos políticos, con lo que el edil Nicolás Lauría, primer concejal de la lista y eventual reemplazante del intendente, pasaría a ser de una fuerza opositora. En ese mambo están, lo que llevó a concertar un acuerdo con los accionistas marplatenses, cuya lectura tiene muchos interrogantes. El acuerdo es para votar el presupuesto y, según Horacio Taccone, no es una alianza política.
De necesidades y urgencias. Tener el presupuesto votado en diciembre, ya de por sí, es un mérito, cuando en los pasados cuatro años todo se complicaba por la tozudez de todos los actores. Haber atado los votos necesarios es un logro, pero queda para ver el cumplimiento de los acuerdos en un marco tan restrictivo como el que está en desarrollo. En la superficie quedaron tres tópicos pedidos por los accionistas marplatenses: retomar el presupuesto participativo –siendo intendente Cospelito, esos fondos terminaron en manos de grupos de izquierda para acciones barriales que poco y nada tiene que ver con los intereses de los vecinos–, retomar obras de un mega centro de salud municipal en Batan —para lo cual, habría que incluir en el cálculo costo de equipamiento y personal, error que ya se cometió en el CEMA—, y retomar el programa PEBA –que requiere gestión pero, también, saber si se puede pagar y en qué en ámbito se le va a dar curso al mismo–. Queda bonito, se ve complicado.
Vida al aire libre. Y no tiene que ver con el deporte, o la recreación deportiva. Las nuevas situaciones creadas por la pandemia llevan a que el comercio –en particular el gastronómico– busque cómo abrir opciones al aire libre. Un espacio que quizá nunca se habría imaginado, es el de la calle Córdoba. La movida de dicha arteria —que quién hubiera imaginado con la estética que se viene— la lidera Anita Labatut, de “Pan Finito” quien ya generó un espacio que, visto de primera impresión, da un palco de actos públicos, pero está pensado en términos de seguridad urbana. Dicen que al secretario de Producción, Fernando Muro, le gustó de sobremanera.
Silencio preocupante. El que se advierte en la flota de media altura de Mar del Plata. Tras largas y enjundiosas notas al Consejo Federal Pesquero no hay novedades para la pesca de variedades, que habitualmente son parte de la especie objetivo y paralizan por largos plazos a los buques locales. Lo que sí provocó silencio y pavura fue lo ocurrido en la recepción del buque de investigación pesquera incorporado al INIDEP denominado «Mar Argentino». La moderna nave, que contará con tripulación de Prefectura fue bautizada en el puerto local. Tremendo momento se vivió al no estallar la botella de champan al chocar con el casco. Cuatro veces lo intentaron y, en cada ocasión, el acero naval no destruyó el vidrio. Tremendo, porque en la tradición marinera que no estalle la botella es de mal augurio. Mas allá de las aprehensiones en las botaduras del Titanic, Andrea Doria, y el Costa Concordia, las botellas de bautismo no estallaron. Será cuestión de tener chalecos y botes salvavidas a mano.