De vacunas y acomodos. Lo que está pasando con la vacunación anti Covid ya es para una zaga de intrigas políticas. Docentes que debían vacunarse el miércoles 3 de marzo fueron informados, a través de una cuenta de mail que no es oficial, que se les reprogramaba la fecha de aplicación. Deberían haber sido vacunados en la sede de IOMA. La reprogramación, aún no tiene fecha. En Bahía Blanca, profesionales que se anotaron vía web, anunciando su condición de personal de salud en la rama psicología, se sorprendieron, al presentarse, que no se les exigía nada que demostrara dicha condición. Campea la improvisación militante. Profesionales de enfermería denuncian ante este medio que se tiran viales (dosis) por inexperiencia en el manejo de frascos multi dosis. Todo un disparate muy dañino.
De vacunas y quien se sube al bote. Con el esquema vacunatorio en manos de La Campora y conducido por Marcos Gutiérrez —concejal admirador de Hugo Chávez (su tweet por el aniversario de la muerte del Venezolano es para una antología del disparate)—, y la secretaria general del SADOP, Adriana Donzelli, la vacunación en Mar del Plata esta condenada a dejar de lado masivamente a quienes más necesitan ser vacunados. Militantes de la onda Gerardo Romano, ellos ya decidieron quién se queda adentro y quién se queda afuera del bote vacunatorio. Interrogante: ¿Los familiares de Donzelli y Gutiérrez, estarán también afuera del bote?
De vacunas y el último primer día I. Llegó un instructivo de la Dirección General de Escuelas de la provincia que, como sabe el lector de este medio, la maneja el SUTEBA. Allí se instruyó al respecto de cómo actuar para que los jóvenes pudieran vivir de manera segura la gran fiesta que marca el último primer día del año de sus vidas en la secundaria. El instructivo —que parece surgido de una larga noche de sustancias estimulantes— señala, entre uno de sus muchos párrafos: “Organizar en los días previos al UPD espacios virtuales o presenciales en formato taller u otros formatos para dialogar con las y los estudiantes respecto de algunos interrogantes como: ¿Qué significa para ellos el UPD? ¿Es el último primer día de qué? ¿Qué sentimientos tienen respecto del último año? ¿Qué recuerdos evocan ellos de su pasaje por la escolaridad obligatoria? ¿Cómo les gustaría que la escuela los reciba en su UPD? ¿si no existiera el UPD que rituales se les ocurre que podrían generarse?”. Ergo: preguntemos qué hacer, y no se les ocurra indicarles ustedes a ellos cómo actuar. Practicas claras de disolución social y colectivización del pensamiento.
De vacunas y el último primer día II. Llevados por el espanto, los secretarios de Salud y Educación de la comuna a una salieron a señalar que no están de acuerdo con esta modalidad en tiempo de pandemia, y que hay que insistir con las medidas de alejamiento y cuidado para consolidar la baja de casos que es clara tendencia en General Pueyrredón. Bernabei y Puglisi estuvieron claros, y eso es muy positivo, rompiendo la zaga de silencio y seguidismo en la que está la administración local. Muy bien. También, los sufridos transportistas escolares —que jamás recibieron un ATP o IFE— anunciaron que no harían trasporte de alumnos para el ultimo primer día. Sentido común.