Palabra devaluada. Así viene lamentablemente la palabra del concejal Horacio Taccone. Le han tomado el tiempo en el Concejo y sus vueltas en torno a compartir posiciones a favor de la ciudad ya refuerzan la idea de una persona sin opinión propia. Acuerda, dice una cosa, y luego se desdice casi rutinariamente. Todos advierten la impronta del ex intendente Cospelito Perogrullo como orientador de tal conducta. Penoso que gente grande se someta emocionalmente. El ultimo acting fue un tweet en el que pedía dialogo con la gobernación por las clases. Le respondió el siempre amable concejal Agustin Neme, quien le recordó que no había querido acompañar el proyecto que él presentó junto a Marianela Mirra declarando la educación como actividad esencial. “Por tus actos te juzgaré”.
Fuera del carril. Así está el siempre ansioso Manino Iriart. Gigantografias de alto costo mostrando al diletante presidente de la nación en impostura de ser el actor que cuida la salud de los argentinos con bata de médico y exhibiendo un frasquito de la vacuna rusa. No fue suficiente. Armó la caravana de celebración de la llegada de la dosis 250 mil a Mar del Plata con bienes públicos y custodia policial. Todo celebrado aunque sin poncho ni frazada, en una Argentina de 83 mil muertos y contando.
Lejos de los dichos. Elisa Carrio, más conocida como Lilita, celebró en su cuenta de Twitter la reunión mantenida con los radicales Daniel Salvador y Maxi Abad, respectivamente el ex y actual presidentes del comité provincial de la UCR. Decimos lejos, porque la reunión no fue a pedido de ellos —como expresa públicamente la líder de la Coalición Cívica—, sino a requerimiento suyo. Allí reunidos, la escucharon amablemente, pero nada de lo publicado está en línea con lo que los radicales evalúan como estrategia conveniente de cara a los comicios. Lejos de ello, analizan una candidatura propia para terciar en las PASO si no hay acuerdos suficientes que permitan objetivar todo el esfuerzo político en derrotar al kirchnerismo.
Cuitas sureñas. Llegan ruidos de confrontación en los puertos del sur entre las flotas fresquera y congeladora por la pesca del langostino. En los puertos en donde opera la flota de Mar del Plata, se habla de discriminación y arbitrariedad en la aplicación de las reglas de control, todo orientado y dirigido a favorecer a armadores y barcos muy allegados políticamente a los gobiernos de Chubut y Santa Cruz, en ausencia de campañas del INIDEP que está a la deriva mal por una conducción ausente. Los gremios dictan la letra que se interpreta en clave de no trabajar aduciendo los riesgos del Covid.