
Tercer tiempo agitado I. Luego de la publicación, en esta misma sección, de los detalles de un enfrentamiento a las piñas y patadas en un partido de rugby disputado entre los clubes Sporting y San Ignacio Rugby celebrado en la Villa Marista, en la cual tuvo un rol protagónico un caballero de nombre Miguel Lahitte, y de las repercusiones internas por una denuncia de un menor que fue golpeado por él, se dirigió a este medio Baio García Riboldi, pidiendo hacer uso del derecho a réplica. Al momento de escribir estas líneas, el mismo no se ha hecho efectivo. García Riboldi es alumno del colegio Minerva y entrenador, y ofrecía dar su testimonio al respecto de los hechos que Sporting busca acallar y dejar pasar.
Tercer tiempo agitado II. Los hechos en cuestión que revelamos, están apoyados en la nota que se hizo llegar a la directiva al efectuar la denuncia. No son una ficción. Hay dos movidas que provocó nuestra publicación: ante la lectura de lo acontecido ha interesado a Mercedes Pagani, representante de APREVIDE, quien hasta ahora se ha negado a tratar el tema de la seguridad en los partido de rugby, cuestión que sí se aplica al famélico fútbol de la ciudad, que paga costos exorbitantes dada la cantidad de agentes policiales que se exige para cada partido. ¿Habrá cambios? ¿Llegará la carta aclaratoria de García Riboldi? ¿O aplicarán el método de los bomberos, de quitarle aire al fuego para que no se extienda?
De libertades y rechazos I. El muy cuestionado integrante del TOF Martín Podertti está haciendo buenas migas en Mar del Plata. «Siempre hay un roto para un descocido» dice el antiguo dicho. Los corrillos hablan de una fluida relación con el abominable letrado conocido como «El gorila blanco». Más creció aún el ruido al respecto cuando, tras una visita al penal de Ezeiza y con un ojo para nada crítico, Podertti advirtió y determinó que el narco Hugo Alberto Esteban padecía por el hecho de estar en dicha prisión y merecía, por sus dolencias, que se le otorgue la prisión domiciliaria. Rápido, el sistema leyó que allí había cuestiones de peso que había que atender.
De libertades y rechazos II. La apelación del fiscal Fioritti no se hizo esperar, señalando éste la «arbitrariedad» de la decisión al sostener que el magistrado «se basó fundamentalmente en lo observado en su visita carcelaria y que se apartó de lo consignado por los informes médicos aportados tanto por el SPF como por el Cuerpo Médico Forense». Léase: el todavía juez ante el TOF se mandó en solitario para cumplir el pedido del abogado con el cual se lo vincula en trato frecuente en los corrillos del ambiente judicial.
De investigación y políticas públicas. La aparición —a esta altura, ya rutinaria— de ballenas en las costas de Mar del Plata entre abril y septiembre ha dado para videos y emociones diversas por la presencia en nuestra costa de estos gigantes cetáceos, la cual provocó entrevistas y revelaciones. Por caso, los dichos de biólogo marino Diego Rodríguez, quien señaló en la FM 99.9 el brutal deterioro de la ciencia en la materia por la falta de incorporación de jóvenes a dichas especialidades, fruto de la falta de oportunidades: «todos los convenios de cooperación internacional que tiene la Argentina están vigentes, pero el gobierno argentino no pone su parte. Entonces nosotros tenemos convenios con Francia, con Italia, y le tenemos que estar diciendo que sí, que todo se puede hacer, pero que el dinero que se había comprometido la Argentina en poner para intercambio de personas o para proyectos y demás, no va a estar. O sea que el proyecto va a estar, pero no va a estar financiable, significa que no se puede hacer». Mala praxis política, muy frustrante.