Malas lenguas 1460

De cortes y decisiones I. Hay un correlato sobre el corte de boletas en los distintos campamentos políticos, de actores menores que buscan atribuirse una estrategia en el trasiego del reparto de boletas, aunque no parece que haya existido un escenario de esas características en la ciudad. Mar del Plata tiene el hábito de buscar una propuesta propia, así ocurrió desde la década del 1950 hasta la elección de 1983, momento en el que la ciudadanía le cobró al Partido Socialista Democrático el precio de haber convivido con el Proceso Militar. Siempre ha existido un voto local.

De cortes y decisiones II. Luego de las oleadas de máximos entre votos peronistas y radicales a mediados de la década del 1990, aparecieron nuevamente las fuerzas locales que plantaron bandera: así lo fue con Acción Marplatense —fusión de ex midistas y ex ucedistas, hoy convertida en colectora de Kicillof— y la experiencia de Carlos Fernando Arroyo, quien sin dinero y sin campaña llegó a obtener el 15% de los votos sólo a base de su impronta. Esa misma impronta que luego lo llevó a ser elegido para encabezar la lista local en 2019. Ese espacio es el que ocupó, en términos de votos, la candidatura de Gabriela Azcoitía.

De cortes y decisiones III. Es por eso que, escuchar de operaciones de corte de boleta, de acuerdos pactados para hundir a un candidato y elevar a otro, son sólo fantasías que se repiten cada dos años en Mar del Plata. En el caso de Azcoitía, quienes pensaron su candidatura y elaboraron la estrategia tenían números claros de que existe de un 14 a un 18% de votantes dispuestos a apoyar opciones que entiendan son propias de la ciudad. Con una figura que no genera ni odios ni controversias como es el caso de la periodista que ingresó durante 35 años cada día a la casa de la gente, la mesa estaba servida.

De anuncios y realidades. Esta semana, el Consorcio Portuario Regional envió a los medios una gacetilla que, obedientemente, la cadena de corte y pegue replicó, anunciando la recuperación de muelles para amarre, trabajos de mantenimiento, y celebró la partida de envíos de Lam Weston a Brasil desde nuestra estación portuaria. Una vez más, si no fuera por el estoicismo de la gente de TC2, no habría nada de nada. Manía tonta de colocarse cucardas de otros. Nadie aprende nada. Ningún administrador del Consorcio hizo pie en la política local ni ganó cargos electivos. Más humildad, y menos prensa de corte y pegue.

A los tiros y por las calles. La muerte de dos delincuentes buscados que se enfrentaron a tiros con los funcionarios policiales en Mar del Plata habla de la cultura de muerte que acompaña a esta población. Demasiadas armas, mucha droga y un sistema judicial que pena con mínimos y concede salidas transitorias y reducciones de condena como si fueran caramelos. Estamos todos en riesgo de vida.