Todo un caso. El designado juez instructor en lo que se ha dado en llamar “la causa Hooft”, Martín Bava, es todo un caso en sí mismo. Citado en su momento por Página 12 en una causa armada en Capital Federal en 1998, cuando habría quedado en situación muy comprometida, según el citado medio, luego de que un fallo de la Casación porteña diera por tierra con lo que se dio en conocer como “Operativo Perseverancia”, el diario subrayaba: “El juez Literas definirá la situación del secretario Martín Bava, quien dio fe de que la firma que lo antecedía correspondía a la del juez. En caso de dictar su procesamiento, la situación de Suárez Araujo se acercaría al pedido de juicio político, y su salud reingresaría en los umbrales de la automedicación. Por las irregularidades mencionadas, se anuló la causa y todos los acusados fueron absueltos de culpa y cargo”.
Todo un caso II. Se ve que Literas no le arruinó la carera judicial a Bava, que llegó a ocupar en Azul el sillón que en los años del Proceso ocupara el hoy camarista Jorge Ferro. Cuando fue designado para ocupar dicho cargo, se armó allí flor de barullo. En la ocasión, se señaló públicamente: “El Colegio de Abogados de Azul se ha hecho eco del malestar que genera en el foro y en la sociedad de esta ciudad bonaerense la cobertura de un nuevo juzgado federal, en el que ya está virtualmente designado un profesional cuya proposición para el cargo había sido observada (…) Hace unos meses, la Comisión de Selección del Consejo de la Magistratura declaró desierto un concurso para la cobertura del juzgado federal de Dolores, dado que ninguno de los postulantes había alcanzado el mínimo de 40 puntos sobre un total de 100, y que el puntaje más bajo -23- había correspondido a Bava, a pesar de lo cual pocos días después éste fue incluido en la terna para el juzgado de Azul, dando lugar así a que finalmente fuera propuesto ante el Senado”. 23 de un listín de 100. Con razón se lleva tan bien con el fiscal subrogante Carlos Martínez, que salió 20 de un total de 23 presentados a concurso para fiscal.
La reunión. Dicen que los tribunales de juicio están atiborrados en Mar del Plata. Que por ello Marcelo Madina convocó al fiscal general Fabián Uriel Fernández Garello, a la defensora general Margarita Boeri y a cinco penalistas que manejan la mayor cantidad de casos criminales, para hallar soluciones. Fueron de la tendida Sergio Meneghello, Wenceslao Méndez, Sergio Fernández, Lucas “ninguno mío queda preso” Tornini y Osvaldo Verdi. Según hizo saber Madina, acordaron establecer fechas para acuerdos entre fiscalía y abogados con antelación para no dejar vacantes fechas asignadas a juicio. Algo complejo, si se tiene en cuenta que hay una instrucción de la Procuración General de la provincia de Buenos Aires de limitar los acuerdos de prueba e ir a juicio oral en la mayor cantidad de ocasiones posibles.
Cambios a último momento. El que impulsó GAP/Perogrullo/Cospelito al retornar al isologo de Acción Marplatense. Nada de Frente para la Victoria, ni Insaurralde, ni Curuchet: sólo las gaviotas y el ser marplatense. Previo a ello llamó al jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, para apurarlo, pidiendo que bajaran la lista que impulsa Carlos Cheppi y lleva por primer candidato a Daniel Rodríguez. Medina entiende tan poco de todo que, atrevido, lo llamó a Cheppi a Venezuela para exigirle que bajara la lista. No fue muy agradable lo que escuchó por respuesta. Veinticuatro horas después, el azul y las gaviotas y el rostro de Alejandro Ferro retornaban a las carteleras, afiches y demás avisos de AM. Lo que se dice, una traición programada y ejecutada.
