Vecinos indignados I. Quienes forman parte de las ONGs que defienden la vigencia de la ley que impide la tracción a sangre denuncian la connivencia entre AM y el FPV con grupos que los amedrentan y hostigan sin tapujos. La utilización de equinos ha sido en Mar del Plata motivo por años de disputa entre cartoneros, petiseros y quienes bregan por la dignidad de los animales, ante la indiferencia del poder público, que claramente ignora la ley.
Y si de ignorar la ley se trata, los vecinos del Barrio Parque Los Acantilados, una zona muy linda para descansar y disfrutar de la tranquilidad, denuncian que desde hace un par de años se empezó a alquilar una casa para fiestas y entretenimiento. El propietario construyó una casa de dos pisos con pileta y algunas comodidades, que hasta el año pasado publicaba en Internet como “chalet para fiestas”. Y están de re fiesta, qué duda cabe, tanto que molestan a todos los vecinos. Se hizo una presentación en la municipalidad y se abrió un expediente, pero no hay caso. Una vez más, nada ocurre, porque el dueño del emprendimiento argumenta que las reuniones son familiares (de su familia, supuestamente). Pitos, matracas y globos, tíos, primos y sobrinos.
Vecinos indignados II. Los vecinos señalan que la eventual llegada del delegado del Puerto sólo sirve para que bajen la música un poco, nada más, pero luego la suben cuando el hombre se va. La policía dice que no tiene poder. Bruzzeta les pidió que tomaran fotografías, para poder engordar el expediente que se inició. Requerido por los vecinos, el dueño de la movida aduce que la sociedad de fomento le permite hacer fiestas al mediodía, aunque es muy curioso, porque la sociedad de fomento no tiene autoridad para ello. En síntesis: Bruzzeta pide fotos para el expediente, la policía está atada de pies y de manos, el delegado del Puerto llega pero a tomar algo, y se va. Indefensión ciudadana lisa y llana.
De seguridad y negocios con la sangre derramada. Si para algo es útil la inseguridad es para armar negocios, y no sólo en equipamiento. Cargos y más cargos se crean a diario para agrandar una maquinaria que nada hace por el vecino/ciudadano, pero así se forja esta plutocracia canalla que se llena los bolsillos con la vida de la gente. La Mesa contra la Violencia Institucional de Mar del Plata trazó un balance de lo actuado durante el 2014. Orgullosos, exponen: “Campaña de documentación en la cárcel, la presencia de la celda itinerante en el Festival de Cine y la mirada crítica puesta en los números del delito”. La cuestión de la documentación en la cárcel dio un futo amargo, tal el enfrentamiento del juez de cumplimiento de sentencias con todo su personal por la pretensión del magistrado de poner a su personal fuera de horario de trabajo y con su vehículos particulares a trabajar en esta tarea; menudo bardo con denuncias cruzadas entre Galarreta y su personal. La celda itinerante es una idea del defensor de algunos derechos humanos, José Luis Zerillo, que en nada va a cambiar la historia del encarcelamiento como punición civilizada del crimen que se lleva vidas inocentes. Y la tarea de policía política sobre la policía que pretenden llevar dará mucho que decir en 2015, por impropia e ideológicamente nefasta.