Malas lenguas 964

Cambia, todo cambia I. Los impresentables hermanos Trujillo, Jorge y César, más conocidos como “Carozo” y “Pelusa”, han dado un nuevo giro en su eterno afán de pertenecer al mundo del poder. Capaces de todo, estos correveidile de Florencio Aldrey rumbearon hacia la ciudad de La Plata de la mano de otro capaz de todo, y hacedor de lo que haga falta para estar prendido en la cosa pública, José María Conte, pretendiendo que las nuevas autoridades del Instituto de la Vivienda les dieran contratos públicos. No les echaron flit, sino que directamente los fumigaron.

Cambia, todo cambia II. Con la nueva conducta en la situación del Instituto de la Vivienda, los hermanos dueños de la UOCRA local vieron en la avanzada de inversiones privadas que arriban a la ciudad una oportunidad de medrar por otros rumbos. Se lanzaron así a la yugular del ex senador por la Segunda Sección Electoral Raúl “Rulo” Lamacchia, quien como presidente de la UCIP salió a declamar que se opone a la llegada de grandes cadenas, como es el caso de Cencosud con Easy y Unicenter. Jorge Trujillo dijo en público que ellos no van a permitir que Lamacchia le ponga un cerco a la inversión en la ciudad. ¡Guaau, qué muchachos bravos!, ¡y hasta fueron a decírselo al intendente en  su despacho! Al mismo intendente al que el propio “Carozo” trató de inútil en reunión en la Cámara de Constructores, hasta que el ministro Jorge Elustondo lo frenó terminantemente, exigiéndole respeto y decoro.

Cambia, todo cambia III. Lo que está colocando a los Trujillo en crisis es el cambio político que provocó la última elección. Ya lo ha dicho claro el intendente Arroyo a los inversores: “En Mar del Plata, para invertir no hay que poner un peso en el bolsillo de nadie”. Los Trujillo estaban acostumbrados a ser la cabina de peaje para aprobar obras y dar curso a los pedidos de ampliar los pisos a construir en cada caso. Como ha señalado reiteradamente el socio de Aldrey en el shopping de la vieja estación terminal, “agréguele cincuenta mil dólares para los hermanos de la UOCRA y le aprueban todo… Total, usted se lo carga al precio de lo que vende, y listo”. Cortito y al pie, la corrupción estaba garantizada.

Momento cultural. Lindo momento se vivió el jueves pasado en el museo MAR a propósito de la nueva muestra FAN, exhibición de la fotógrafa Nora Lezano, que dio pie al encuentro de gente que por años no había sido invitada a eventos culturales en ámbito público. Anfitrión: el ministro de Cultura de la provincia de Buenos Aires Alejandro Gómez, y cuidando cada detalle, Emiliano Mensor, que junto al equipo del museo trabajo intensamente. Habitués de ágapes oficiales se quejaban del lunch -hay un hambre…-, pero el que estaba fascinado en particular con los sandwichitos de salame era el empresario Pablo Baldini, que asevera que “no hay fiambre mejor que el salame”. Si él lo dice…