La jaula de las locas. Semana relativamente calma en la manzana de las sombras por la ausencia de concejales y funcionarios, todos de vacaciones. En el deliberativo, dichas ausencias llevaron a suspender reuniones de comisión, con la consecuente postergación de los temas a tratar. Lo que no cede es la crispación, que seguramente alcanzará un pico alto si la semana próxima se confirma que el salario municipal de agosto se paga en dos tramos, por el doble efecto de la caída de la recaudación y el impacto que han tenido en la misma los paros de municipales. Obvio que para esta administración no es un deber sagrado violentar las normas y tomar fondos de cualquier manera para pagar los salarios. Las definiciones del intendente esta semana revelan que el diagnóstico crudo que le ofreció el secretario de Hacienda Gustavo Schroeder -a quien Arroyo llama Roeder- llevará a devolver un número de propiedades en alquiler que suman varios cientos de miles cada mes, entre otras medidas que buscan acotar las erogaciones mensuales.
Alto impacto I. El que provocará en Mar del Plata la investigación que recae sobre el exgobernador Daniel Scioli, llevada adelante por el fiscal platense Álvaro Garganta. Este capítulo judicial recién comienza, aunque tiene versiones locales, tales como la relación con los hermanos Trujillo y los fondos nunca dedicados a concluir las viviendas para el traslado de la villa de Paso o los destinados a sustentar el parque de diversiones que funcionó sobre la rambla durante la temporada estival pasada. En dicho momento, Lucho Martínez Tecco denunció en el aire de la 99.9 que el canon que se le pagaba a Aldrey Iglesias por dicho parque era una cifra superior al monto que el propio aldeano anciano de Lugo pagaba por igual concepto por la concesión del Hotel Provincial. Mucha plata, mucha impudicia.
Alto impacto II. A la denuncia del fiscal Campagnoli por las actitudes de fiscal y juez de Necochea de protección del todopoderoso Roberto Porcaro, se le suma la que investiga a los fiscales de la PROCELAC Carlos Gonella y Omar Orsi y llega hasta Gils Carbó, y que procura el juez Martínez de Giorgi. Ni qué hablar si la Sala 3 de la Casación nacional, integrada por Gemigniani, Riggi y Catucci, entiende que la grabación que Federico Hooft le efectuó a Claudio Kishimoto es procedente para abrir la investigación al respecto de las maniobras del fiscal de Cámaras Daniel Adler en la causa CNU y la causa que aún lleva contrario a derecho el insólito juez Bava. La sala pidió antes de la feria la causa completa que procuró el secretario Luciano Bianchi, quien había llegado a la extraña conclusión de que la grabación no era válida como prueba. Sin embargo, el mismo sistema sirvió recientemente para el desplazamiento de un comisario en Pinamar, por lo que habría que preguntarse porqué es válido en el caso de un policía y no de fiscales federales. ¿Ventajas de pertenecer a la famiglia?
Juntas y rejuntes. Luciano Bianchi, que actúa como con juez y supo ser muy cercano al camarista Jorge Ferro, fue secretario de Martín Bava en causas de DDHH en Bahía Blanca, lo cual no le hizo excusarse al recibir una denuncia que involucra a Adler, el propio Bava y Kishimoto. Hoy, en un giro extraño, aparece firmando papers con Alejandro Tazza, recientemente denunciado por Gustavo Demarchi por pertenecer a Justicia Legítima, agrupación política ilegal severamente cuestionada en todo ámbito político o judicial.