Intrigas I. Es un infierno provocado por las ambiciones más bajas y los motivos más espurios, negación de la lógica y la dinámica política. Eduardo Abud renunció a formar parte del gabinete, y dejó vacía la silla del ENOSUR. Ahora, los radicales gritan y trinan que el lugar les corresponde a ellos. Pero nones: los lugares en el gabinete son del Ejecutivo. “Sí“, rebuznan, “pero somos una alianza“. “Sí“, les contestan, “pero a Abud se lo nombró por pedido de José Cano, y no por un acuerdo político con ustedes“. Nones de nuevo, salen por los medios como niños decepcionados llorando por el juguete roto. Si Guillermo Sáenz Saralegui va al acto de Maxi Abad en River -notable acto con unas mil cuatrocientos personas-, se encocoran: ¿qué hace en un acto radical? Saralegui no le suma ni le quita un voto a nadie; su presencia es menos que testimonial, pero vale como excusa para lloriquear por los medios de la cadena de corte y pegue mientras cargan contra el intendente.
Intrigas II. Los bloques de la oposición claman por definiciones políticas del Ejecutivo que saquen a Mar del Plata del marasmo. Marasmo que, por otro lado, ellos celebran por todo lo alto, disfrutando del momento de confusión y enojo que se vive. Es tanta la confusión, que C5N pidió, para retirar el camión de la cobertura de la movilización de los municipales, que alguien del gobierno comunal fuera a Buenos Aires a conversar con la gerencia general. La respuesta fue una pregunta: si tenían que ir a hablar para poner plata por silencio y ayudar al deudor/evasor del fisco más grande del país a pagar sus deudas. Telón final.
Sorpresa. A su paso por Balcarce, la gobernadora María Eugenia Vidal visitó la fábrica de papas fritas de copetín “Gauchitas”, un emprendimiento de Diego Solá Prats, Marcos Cabrales, Diego García Sáenz, María Vinent y Juan Rosenthal. Allí Vidal se solazó con la historia del emprendimiento, surgido de la vocación de hacer de un grupo de jóvenes empresarios que retornó al país luego de años de trabajar para la francesa Total, trayendo todo su patrimonio -sin blanqueo mediante- para colocarlo enterito en este rubro. Tanto se entusiasmó la Gobernadora que los puso de ejemplo en la reunión del “Council of the Americas”, donde instó a los empresarios presentes a imitar el ejemplo de creer en la Argentina y acelerar la inversión.
Carta documento. El abogado Andrés Barbieri le envió durísima carta documento al dueño del Multialdrey por injurias vertidas en el diario La Capital. Inquieto y ansioso, el doc subió a un grupo de whatsapp la carta de marras, y le dio al conglomerado el nada original nombre de “carta documento”. Para su sorpresa, junto a los mensajes de solidaridad llega una inquietante pregunta: “Estamos con vos, pero qué dijo La Capital que te afectó tanto?“. Ni sus lectores ya le prestan atención o le dan credibilidad a la publicación, y hasta los agraviados deben explicar qué se dijo, porque no se lee. Un diario que no se lee, ¿merece tamaña réplica? Sólo Barbieri tiene la respuesta.