Malas lenguas 1376
Sucesión I. Así como alguna vez dijo «ha terminado la hora de Arroyo, llegó la hora de Montenegro», el presidente del PRO a nivel local ya se prueba el traje de candidato a la intendencia. Para ello, va por lo que más le sale —no se sabría decir si lo mejor— que es confrontar con los —para él— odiados radicales.