Sección de humor que se nutre de la información que los demás no publican, pero que todos conocen.
Quesito mudito. El fiscal general de cámaras del fuero federal está como Bernardo, el asistente del Zorro: no emite sonido. No habla, elude la acción pública y la está pasando mal por imperio del resultado de sus propias conductas. La Corte Suprema de Justicia de la Nación determinó, el pasado 2 de junio, que Daniel Adler se haga cargo de pagar su propia obra social
Judiciales judiciables I. El ámbito judicial está de lo más alborotado por razones diversas, de cuño político y propio de la actividad en tribunales.
De dichos y certezas I. Era una manifestación esperada. Martín Fresneda, secretario de Derechos Humanos de la Nación, debía declarar en la fantasiosa causa que el juez Martín Bava procura contra el juez Pedro Federico Hooft.
Manineadas I. El paso de Rodolfo Iriart por la Secretaría de Seguridad municipal como interventor de la misma está dando ya mucha historia para contar. Si bien su gestión tiene, por naturaleza política, patas cortas (asumirá como diputado en octubre), el accionar que no conoce de horarios saca sarpullidos hacia adentro de la gestión de GAP/Perogrullo/Cospelito.
La SUBE baja. La denuncia que presentó en el fuero federal, tanto en el ámbito civil como penal, el concejal Hernán Alcolea, referida al acto instrumental que dio lugar al funcionamiento de la tarjeta SUBE en el partido de General Pueyrredon, va directo a los actores políticos responsables: Gustavo Arnaldo Pulti y Florencio Randazzo
Ausente sin aviso. El fiscal general de cámaras Daniel «Quesito» Adler estuvo ausente en la última sesión del juicio en el que se juzgara la conducta de un grupo de personas a las que la fiscalía atribuye responsabilidades penales por una serie de homicidios ocurridos en los setenta en Mar del Plata.
