La pesadilla de hacer negocios en Brasil

Rafaela Albuquerque recorre con una bolsa en cada mano los pasillos del Shopping JK Iguatemi, en São Paulo. Allí, donde solo se puede acceder en coche, hay guardias de seguridad por todos lados y la gente camina con sus bolsas de tiendas exclusivas como si estuviera en una pasarela. “Uno siempre se siente bien cuando compra, ¿no?”, comenta a El Confidencial esta arquitecta de 35 años. Su bienestar de una tarde de sábado se traduce en unos vaqueros negros, dos camisas y una falda con estampado de flores, que le costaron un total de 1.600 reales (600 euros), el equivalente…