No por mucho tiempo
“¿Qué le sucedió al desarrollo?”, se preguntaron una vez los intelectuales en un simposio reunido en la UNESCO, para permitir que millones de hombres, mujeres y niños de los países pobres del Sur continúen muriendo ante las cámaras de televisión, sin que se despierten valores esenciales. Sin embargo, es así. Y las reacciones, con frecuencia, son tardías y caprichosas.