Lo que deja, lo que trae

Es como todos los años, aunque la realidad indique que entre el 31 de diciembre de un año y el 1 de enero no tiene por qué pasar nada extraordinario. Los procesos vienen de antes, y continuarán manejándose con un criterio temporal distinto al del calendario. Pero como el mito está instalado, veamos qué leer en este pasaje.