Guillermo Montenegro está lanzado a una blitz política cuyo objetivo es alcanzar relevancia de cara al 2025 y en la cual pareciera tener alineados los planetas. Haría bien en recordar la máxima que se le atribuye a Napoleón: «nunca interrumpas a tu enemigo cuando se equivoca».
Montenegro está de racha, sumando semana tras semana anuncios de enorme impacto para la ciudad. Y, si bien la propuesta de privatizar tanto el estadio mundialista como el polideportivo, es parte de un esquema cuyo éxito tiene una fuerte participación de la dirección de la AFA, el tema de Mogotes va por otra vía: a derecho, la provincia debería aceptar la situación, recibir el dinero, y entregar la llave. No hacerlo, es sentar la base del discurso político de la campaña de cara al año que viene. Y, la realidad, es que el PJ unido patrióticamente, no tiene una propuesta concreta para la ciudad.
Por otro lado, el oficialismo llega a la lid del 2025 con un damero de logros: Coto, Hard Rock, Starbucks y —mas allá de la diatriba política— la construcción volando en niveles de inversión y de trabajo.
Si Kicillof, Bianco, y la dirigencia local fueran un alguito inteligentes, entregarían la llave de Mogotes, y acordarían la reconstrucción de la Rambla en vez de prometer y prometer, anche mentir. Los recientes dichos de Carlos Bianco —el «Carli», el chofer del Clío— son un compendio de sonseras criollas: dice que la licitación de la puesta en valor de la Rambla se cayó por la economía de Milei.
En el diario de Iglesias —house organ de la provincia— se podía leer: «El gobierno provincial postergó la licitación para poner en valor la Rambla: La apertura de sobres se iba a realizar hoy, pero se decidió pasarla para el próximo 15 de noviembre para realizar cambios en el pliego. En la primera etapa de los trabajos, se busca la restauración y reparación de veredas en el sector del Casino, con un presupuesto de más de $88 millones».
La información es de octubre del 2023. Esa licitación, se dio en medio de la economía de Sergio Massa, no de Milei. En el gobierno de Alberto Fernández, cuya vicepresidencia era ocupada por Cristina Fernández. Lo increíble, es que viene a mentir y se lo permiten así, a boca de jarro. Ni siquiera de da cuenta que le pusieron una trampa política que la van a pagar en las elecciones de medio término.
No tienen idea de lo que pasa en la ciudad. El Interzonal está en un estado desastroso pero anuncian que «el HIGA entrega los medicamentos que PAMI saco del vademécum». Todo lo que se les ocurre, es ir en contra de lo que sea que disponga el gobierno nacional. Como «idea», es muy pobre: no hay criterio y, apelar a organizar jubilados peronistas para clamar por la política de este gobierno, revela que no entienden lo que pasa en la sociedad. No es Milei, es la gente la que va por otra vía.
Así como está el estado actual de la política, sin propuestas y sin soluciones sensatas, decir —como dijo Bianco— «Montenegro no se ocupa de los barrios», no contribuye en nada. Sí, Carli, estamos avisados. Hacé algo, porque para hablar por hablar, es mejor callarse la boca. Como decía el gran Julio Argentino Roca: «en política, el que habla, se jode».