Cecilia salió del grupo

Casi como si fuera con los tapones de punta, la curul peronista reconvertida en libertaria de ocasión, Cecilia Martínez, anunció que LLA no participará del inminente gobierno de Agustín Neme. Así, la soledad en la que éste inicia su ocupación del sillón intendencial (sic) cada vez se agrava más.

Se habían amado tanto… integraba, doña Cecilia, un grupo de WhatsApp en el que estaban el ahora repudiado Neme, Emiliano Giri, Alejandro Carrancio, Emiliano Recalt, Mariano Bowden y quizás alguno más que se me escapa en este momento. El chat nació sólo horas después de que, en 2023, Horacio Rodríguez Larreta perdiera la PASO frente a Patricia Bullrich.

Subidos todos a la ola violeta, imaginaban que la elección provincial les dejaría ocho concejales propios y los colocaría a tiro de una mayoría que —en palabras de algunos de los acólitos de este tren de la locura— les permitiría «manejar» la ciudad. La realidad los golpeó feo bajo la línea de flotación y les hizo darse de bruces contra un escenario muy distinto.

En declaraciones a un medio local, Martínez lanzó su ukase: «Los dos concejales que ingresaron por la Alianza de La Libertad Avanza, tanto Rolando Demaio como Noelia Álvarez Ríos, van a asumir sus bancas y no ocuparán cargos en el Ejecutivo. Luego se producirá el único corrimiento natural, ya que voy a renunciar a mi banca para asumir como senadora provincial, y en mi lugar ingresará Vanessa Benavides, una contadora especializada en economía».

Y esa es la cuestión que expone esta situación: Cecilia Martínez había creído que sería secretaria de Gobierno en la nonata gestión. No ocurrirá. Cuando ella expuso sus ambiciones, le dijeron, sin cortapisas, que no ven que lo que se viene sea bueno y que no quieren quedar pegados.

La conversación en cuestión, fue incluso previa a la entrevista que se le realizó a Neme en el streaming que compartieron Canal 8 y La Capital. Fue en dicha ocasión en que hasta los más distraídos se dieron cuenta de que, más allá del cambio formal en cuanto a quien ejerce la intendencia, la partida de Montenegro de la ciudad no traerá ninguna modificación en la gestión que permita alumbrar alguna expectativa positiva para la sociedad marplatense.

En sus declaraciones, Martínez no se quedo ahí y expuso la ambición de última ratio: «Es tradición que la lista que gana las elecciones presida el cuerpo. En ese caso sería Fernando Muro. No obstante Recalt sería un excelente presidente, con capacidad para generar acuerdos y consensos lo cual es sumamente necesario para el deliberativo que viene. Pero es una decisión que tomará el nuevo Concejo una vez que asuman los nuevos ediles». Ahí está el tema.

No habrá juego para los libertarios de cartabón: un interbloque de 10 concejales está a tiro de piedra. Entre concejales electos que no asumen, y concejales que retornan desde el ejecutivo, los números parecen avizorar un bloque que tiene el potencial de marcar los escenarios que vienen.

En otro orden, hay que señalar que fue un empresario con llegada tanto a la gobernación y como al municipio el que pudo ordenar el desquicio que estaba provocando el ADA, cambiando reglas de juego en cuanto al retiro de la línea de mareas. Y quizás, en el próximo tiempo, sea el propio Neme el que pueda articular con Kicillof.

¿Por qué? Porque el brigantino expoliador de recursos públicos le aseguró que buscará generar una vinculación entre la intendencia y la gobernación. Será de ver.