Una semana en la que las imágenes y la palabra concurrieron a brindar ficción al mejor estilo Fariña. ¿La sociedad quiere ficción? Gustavo Arnaldo Pulti le da ficción.
En estos días se cumplieron a rajatabla varios de los principios que el jefe de propaganda de Hitler sostenía como necesarios para dominar a la población. Por ejemplo el número cuatro, el Principio de la exageración y desfiguración, que establece: “Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave”. Lo ocurrido a las puertas del boliche La Cumbre fue un aporte esencial en este sentido. En imagen (que vale más que mil palabras) se evidenció la brutalidad de la policía de Scioli, más la virtudes de la futura policía municipal.
Este principio fue combinado con el quinto principio, el de la vulgarización: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”. La tormenta mediática que provocó la divulgación del video de marras fue acompañada en todo momento por una retahíla de comentarios y expresiones que llevaron a que mucha gente se preguntara en estas horas por el muchacho que “mataron” los policías en la puerta de La Cumbre, algo que jamás ocurrió.
El combo goebbeliano se completó con la aplicación del discurso único municipal, que aplicando el Principio de Orquestación, indica que “la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De allí que si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad.
Una de esas mentiras es la de concederle a Alberto Binder la entidad de experto en cuestiones de seguridad. ¿Cuál es su expertise, qué articulación de cambio ha realizado, dónde, con qué resultados? La reforma inspirada en su pensamiento en Buenos Aires registra tantos cambios que su letra es ya irreconocible.
Obvio es que Pulti no se detiene en nimiedades si de recuperar posiciones rumbo al 2015 se trata. Todas las encuestas indican que pese a la recesión económica y la falta de oportunidades, la cuestión de la inseguridad está al tope de las preocupaciones y las demandas generales. De ahí el frenesí en hacer ver que hay interés y preocupación por resolver la cuestión. Ejemplo de ello es la promoción del programa FRENAR. Dice Pulti del mismo: “Es el Frente Interinstitucional de Políticas Públicas contra la Narcocriminalidad que se implementará en Mar del Plata. Esta Mesa Ejecutiva tiene dos aspectos principales: la lucha contra el narcotráfico, y la atención, cuidado y protección de las personas que sufren adicciones”.
Hay dos fuerzas en pugna: la Justicia provincial, con su competencia en casos menores de narcotráfico, y la federal, que no registra acciones importantes en años y que está desmantelada operativamente y acotada funcionalmente por la inacción de los fiscales federales. Una punta de por dónde pasa todo, la da el mismo Pulti cuando señala: “Constituimos un Forum que es amplio y tiene un Comité Científico integrado por referentes notables como el juez Roberto Falcone (Tribunal Federal) y el especialista en seguridad Alberto Binder, además del concejal y ex secretario de Salud marplatense Alejandro Ferro”. ¿Comité científico? Ninguno da el pine; el más cercano es Alejandro Ferro, que por ser médico puede parecerlo… ¿pero científicos? Por favor, es un insulto a los científicos. Perogrullo goebbeliano en su máxima expresión.