Hay entusiasmo en alimentar la hoguera encendida en torno a lo que el concejal Mario Rodríguez (UCR) llama “el mayor escándalo de corrupción de la historia de Mar del Plata”. Es una hoguera que arde entre verdades y mentiras vertidas desde la entraña misma del poder de turno, alimentada por la sinergia existente entre el intendente Gustavo Arnaldo Pulti y el fiscal general Fabián Uriel Fernández Garello, viejos compañeros de ruta.
La hoguera se alimenta de un relato que busca instalar la idea de una organización cuya cúpula está en una sola persona: el sospechoso de siempre, Juan Carlos (a) “Canito” Belmonte, aún en detención en la UP 44. El relato, tal cual fue referido por el presentador de noticias de Canal 10 Germán Lagrasta, nos dice que la investigación se realizó a partir de la denuncia del Intendente Gustavo Pulti, lo cual armoniza con todas las presentaciones realizadas por Garello, siempre ensalzando la participación de Pulti como coinvestigador (?) de la causa en cuestión.
Es obvio que esta historia no cierra sin Pulti, por más que Garello lo quiera proteger. Los audios brindados por la Fiscalía General a Canal 10 revelan el grado de peligrosidad de esta banda que operaba recaudando para “la política”, tal como asevera desde su celda Belmonte. Esta sería una de cuatro “cajas” que funcionan hasta hoy impunemente, y en todas está detrás la mano del gremio de municipales y su secretario general Antonio Gilardi.
Pero en este caso hay un hueco en el relato, un agujero en la pared. Ramón “Toto” Lorenzo, líder de la facción que disputa el poder al clan Moyano denunciando sus prácticas corruptas, reveló esta semana en la 99.9 el nivel de complicidad de la conducción de Camioneros en la trama de los carnets “truchos”. Lorenzo señaló con precisión: “Vengo denunciando cosas desde 2007. Este señor que hoy es Intendente o dice serlo, tiene muchos negocios con el Sindicato de Camioneros. Le debe muchos favores a Héctor Martínez, que hoy es diputado provincial”. Y agregó: “Hace 8 años que pasa lo de los carnets, o al menos desde que yo me enteré como protesorero del Sindicato. Hay un señor de apellido Leyes, a quien no lo tocaron, era delegado de la empresa Santulli y lo hizo entrar Héctor Martínez. Pulti, en ese momento, comía asado todos los días en el Sindicato de Camioneros”. Leyes no aparece en la causa aún. Lorenzo aseveró que esperaba el llamado de Fernández Garello para ir ante la Justicia, del fiscal, de Pulti o de quien sea. “No tengo problemas en declarar y en llevar pruebas. Esto de los carnets pasó siempre, lo mismo pasa con el psicofísico de los camioneros”, destacó. Y adelantó que también llevará la información a Capital Federal: “La señora Eva Moyano es tan corrupta como su hermano Hugo. En una semana estoy viajando a Buenos Aires y estoy llevando las pruebas de la corrupción que hay en el gremio”.
Estas aseveraciones se dieron en medio de una virulenta campaña voceada por AM en las personas de sus concejales, al señalar que Eva Moyano había denunciado corrupción por parte de la UCR para autorizar la demolición de una propiedad lindera al hotel seis estrellas que el gremio posee en Santa Fe entre Falucho y Gascón de nuestra ciudad.
El relato mendaz voceado por los medios de corte y pegue de gacetillas del Ejecutivo municipal se cayó a pedazos por las expresiones de Lorenzo y dio paso a una entrevista muy cordial en radio Brisas, en la que el actual secretario general del gremio dijo: “nunca los radicales pidieron plata por votar nada”, cerrando así tres días de hoguera mediática que pretendían poner la cocarda de la corrupción en la testa de los hoy adversarios políticos que en las encuestas lucen como aspirantes a hacerse cargo de la comuna en diciembre de 2015.