De verdad y tristeza

El pasado 5 de marzo completé 30 años de tarea periodística en la 99.9. De esa iniciativa, nacida al calor de las llamas de la híper inflación y el triunfo de Carlos Saúl Menem, devino este medio escrito nacido en 1997.

Una idea madre que animó siempre este trabajo comunicacional fue incomodar al poder con lo que el poder necesita imperiosamente: ocultar la verdad. Porque el poder es, en esencia, tomar ventaja ante la sociedad controlando el relato de lo que acontece. Controlar para perpetuarse, controlar para ser el eje del accionar de la sociedad.

Exhibir lo que ocurre desde los hechos es la única opción para poder, como señalo, “romper el cerco informativo”, ese que blinda al poder de manera infame para controlar el discurso público y el humor social.

No es casual que la Ministro de Seguridad hable de cyber patrullaje como estrategia del Estado para advertir el desarrollo del humor social: las redes han descontrolado el escenario de la comunicación, y plantean un nuevo paradigma en el manejo de la información. Aún no definen el escenario, pero marcan tendencias en la sociedad. Sin ir más lejos, las críticas al gobierno en el marco de la pandemia están en las redes, no en los medios.

Voy a la cuestión local: la memoria de la Contaduría General de la Municipalidad de General Pueyrredón presentó su informe al respecto del estado económico de la comuna al cierre del ejercicio 2019. Dato mata relato: del informe —con la firma del Contador de Ley del municipio Guillermo Constanzo— expone la verdad de cómo entregó la administración Carlos Fernando Arroyo.

En la memoria de marras, documento de ley irrebatible, se señala: en el primer punto que la deuda corriente de la MGP en relación a los ingresos bajó del 17% en 2015 al 7% en 2019. 10 puntos de caída con ajuste de salarios, paros, y operaciones mediáticas falseando la situación a diario.

Un dato impactante es la caída de más del 60% de la deuda flotante registrada recibida por Arroyo, de los cuales más de 35 puntos se redujeron entre 2018 y 2019, si bien con la deuda flotante el endeudamiento en 2015 alcanzaba casi el 30%. La baja en 2016 y 2017 se relaciona con el ingreso de ATN. Entre 2018 y 2019 no ingresaron ATN en el tesoro de la Municipalidad de General Pueyrredón. ¿El motivo? El cerco económico que María Eugenia Vidal le puso a la administración Arroyo para ponerlo de rodillas.

Los continuos errores y horrores administrativos de pasadas gestiones fueron liquidados en dos años. En 2006, la deuda flotante era del 36%. Cayó a diciembre de 2019 al 6%. No es todo: el resultado de 2019 arrojó superávit por segundo año consecutivo en $176 millones. En relación a la recaudación efectivamente registrada, el presupuesto se ejecutó en más del 98,5%. Es la segunda vez en la democracia moderna en General Pueyrredón que un cambio de gestión no requiere del dictado de una ordenanza de emergencia económica.

Por primera vez se paga aguinaldo y sueldo de Diciembre dentro del mismo año fiscal (2019). Nunca fue cierto que la municipalidad se había vaciado, o que no sabían cómo iban a pagar dichos compromisos. Tal como dice el soneto de Joan Manuel Serrat: “Cuéntale a tu corazón / Que existe siempre una razón / Escondida en cada gesto / Del derecho y del revés / Uno es siempre lo que es / Y anda siempre con lo puesto / Nunca es triste la verdad / Lo que no tiene es remedio.”