Es obvio que estamos frente a un plan organizado, y de largo plazo. El objetivo: ganar Mar del Plata para La Cámpora. La imagen de Fernanda Montoto Raverta es fundamental para conseguirlo. Por eso, está todo cuidado: siempre la sonrisa en clave de tristeza silente, y las palabras públicas justas.
Sin embargo, lo que debe verse en concreto, detrás del juego de imágenes tranquilizadoras, es a quienes integran la lista de concejales, y a quienes cubren con su manto piadoso de imágenes cándidas a la candidata de Cristina Elizabeth Fernández, viuda de Kirchner.
Esta semana se la vio con el obispo Jorge Lugones, un íntimo de Jorge Bergoglio, el actual Papa Francisco, quien destaca por su cercanía a los sectores del PJ mas tradicional y es un cuestionador crítico del gobierno de Macri. Lugones apoya a la CGT, a los paros de Moyano u otras acciones de mismo tono, y ha señalado: “la huelga es una herramienta que propone la doctrina social de la iglesia cuando se dan situaciones de injusticias sociales” y sostuvo que “también hay injusticias dentro de los aumentos”.
A la lista que lidera Fernanda Montoto Raverta la integran María Fernanda Sol de la Torre de Patria Grande y Matías Maciel, el hijo del piquetero Hectór Maciel, entre otros. Interesantes son también los candidatos a consejeros escolares: Hectór Mattos, del frente Milagro Sala, y Paola Aguirre de la CTEP, liderada por Grabois. Un grupo que, de llegar a la intendencia y al consejo escolar, impondrá una dinámica muy distinta a la que la burguesía vernácula ve como políticamente correcta.
Excepción hecha del empleado de Ladrey —Vito Amalfitano, el candidato a primer concejal que no figura en los panfletos de propaganda— el conjunto de integrantes de la lista expresa el universo duro de la representación política del “campo popular”. Grupos que ven la expropiación de tierras y de bienes como un decurso lógico del distribucionismo (SIC) económico.
No es algarada jocosa lo que se disputa en Mar del Plata. No hay terceros distraídos o ingenuos. Que un mismo día el obispo Gabriel Mestre, la CGT local, y “actores sociales” (así autodenominados) clamen por la emergencia alimentaria es política y se basa en una creatividad maligna. Es la estrategia de sostener todos algo al unísono, como si por repetir el verbo lo declamado se hiciera real.
No es algo al pasar que todos estos actores repitan cual mantra tibetano el mismo recitado. Es la técnica creada por Joseph Goebbels —el ministro de la propaganda nazi— que apuntaba: “Principio de la vulgarización.
Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar” ¿Les suena? Goebbels indicaba así mismo: “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad”. ¿Les suena?