
El tren fantasma que —él entiende— lidera Emiliano Giri estaba convencido de que había llegado su hora: solían decir que, finalmente, cumplirían su sueño de «manejar» Mar del Plata. Sí, no hablaban ni de conducir ni de dirigir, ni de asumir la responsabilidad de los asuntos públicos de la ciudad. El término que empleaban, era «manejar».
En alegres carnestolendas salieron a reunirse con empresarios y productores de espectáculos avisando «no cierres nada, no avances, en diciembre cerrás con nosotros». Cuando se les preguntaba al respecto de cuándo hablarían sobre el traspaso, la respuesta era: «no nos llaman».
A su entender, iban a «manejar» la ciudad y eso era lo que anunciaban. Bueno, el plural es decorativo, ya que el que hablaba en las reuniones era Emiliano Giri, mientras que Neme se limitaba a acompañarlo y a asentir, la mas de las veces, sólo gestualmente. Hemos sabido ya de hace tiempo que Agustín es un vecino, nieto e hijo, de buena gente de esta ciudad, lo que es social y moralmente un valor. Pero la cuestión, es que esto, se trata de poder.
Y, en el escenario del poder, hay asuntos que requieren definiciones contundentes. Un relato firme, que inspire. El streaming de Canal 8 en dúplex con Ladrey News lo que mostró fue a una persona débil, que ponderó a cada momento a Montenegro y que expuso, hasta para los más distraídos, que hubo un acuerdo con Florencio Aldrey Iglesias.
Y el acuerdo, es de vasallaje. ¿Qué otro podría esperarse, tratándose del brigantino avaricioso? Los detalles de la reunión varían según la fuente, pero son siempre vergonzantes. Hablamos del concejal que se levantó indignado cuando se votó distinguir a Iglesias como ciudadano ilustre y del jefe político que fue expuesto como un delincuente esposado, bajando en un tribunal de La Plata, en una operación indigna de venganza. Lo cierto es que vinimos para irnos, y lo único que cuenta, es el camino, todo lo demás, es relato.
Por cierto: Guillermo Montenegro, no renuncia. Conserva el cargo en tanto mide qué sentido tiene ser un gris senador provincial en una legislatura dominada por las tribus peronistas.
La ciudad está en crisis: a las puertas del verano, no hay plata para pagar en tiempo y forma los salarios. El viernes pasado se pagaron los salarios menores a $1.700.000. Quienes cobran por encima de ese monto, lo harán —con suerte— a partir del día 10. Los funcionarios percibirán sus emolumentos el día 14 de noviembre. Mientras tanto, el gremio de los municipales hace el acting de que van a iniciar medidas de protesta. En la intendencia de Carlos Fernando Arroyo, si el día 5 de cada mes no estaba la plata depositada en el BAPRO, ya anunciaban alerta y medidas de fuerza.
El Agustín Neme que se vio en la entrevista emitida por el streaming de Canal 8, no se mostró como alguien que esté pensando realmente en hacerse cargo de la ciudad. Quizás, porque es consciente de que una licencia no es lo mismo que una renuncia. Así, el único y lamentable resultado de la puesta en escena de Jorge Pérez en acuerdo con Ladrey, fue una exhibición de debilidad y de rendición absoluta ante el ilustre vacunado vip.
Todavía hay tiempo. Esperemos que, sin finalmente se da la partida de Guillermo Montenegro, y le toca a Neme gobernar de manera activa esta ciudad, quien asuma el rol de intendente se parezca más a ese concejal que se levantó de aquella sesión en protesta.
El desafío es enorme, y el poder no admite espacio alguno para la debilidad.
