Nada termina, sólo se transforma. Joseph Goebbels tiene hoy en Mar del Plata un sucesor implacable: Gustavo Arnaldo Pulti, el intendente derrotado en las PASO por Carlos Fernando Arroyo, promueve una campaña de odio que a diario cumple con la manda cuarta de su maestro, esa que reza: “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto, sin fisuras ni dudas”.De aquí la frase: “Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad”. Esta vez no será así.
¿Por qué? Porque la sociedad ha evolucionado, y ya no responde tan inocentemente al tercer tópico del decálogo nazi: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
Pulti maneja los hilos de un conjunto de actores que enlodan la vida republicana. Miente,miente, pero esta vez el residuo de insidia que exuda su accionar está destinado al fracaso. Un lector le preguntaba a 0223.com: “¿Es cierto que este medio recibe de la intendencia $110.000 por mes?”. Cri, cri ,cri…; silencio por toda respuesta. Claro que no son los únicos: Carlos Más, de loquepasa.net, integra la grilla de calumnia y difamación nazi fascista que recicla noticias de hace dos años, buscando crear un rechazo artificial al candidato triunfante, por parte de la colectividad boliviana. Por ejemplo.
En donde la miseria humana y política alcanza una cota notable es en la caballada propiciada por los accionistas marplatenses en el Colegio de Abogados. Impulsada la maniobra por Roberto Andriotti Romanín y Yamila Zavala Rodríguez, aupados en el voto de consejeros que en todos los casos son empleados de Pulti y usando de cartabón a la organización local de Madres de Plaza de Mayo, pretenden que el Colegio se expida y denuncie la ausencia de autoridad moral de Arroyo para ejercer la política, y, por consecuencia, para ser candidato a intendente. Como si de la batalla de Miranda del Ebro se tratase, el presidente del Colegio, Fabián Portillo, gritó su propio “No pasarán”,y aseveró, en tanto se dirigía a un coloquio en la universidad CAECE el pasado viernes: “solo, aunque sea un voto contra once, no voy a votar esta barbaridad fruto de un momento político que adopta formas repudiables”.
Esta semana se verá qué pasa en este ámbito y otros, que anuncian un rechazo unánime a la política nazi fascista que el intendente Pulti y su colectivo de medios aupados con dinero público llevan adelante, convencidos como están de que todos somos una masa amorfa que responde al criterio de Goebbels de “llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad”.
Aquí estamos, rompiendo el cerco informativo, desde hace veinticinco años, resistiendo al fascismo. Y sabemos que ya no estamos solos, ni en la madrugada ni en la mañana.
