Todo termina, y todo pasa. Gustavo Arnaldo Pulti ya fue. Y Carlos Fernando Arroyo inicia su gestión de gobierno con alta expectativa pública en cuanto al ordenamiento de la gestión municipal, aunque nada cambiará rotundamente en días. Sin embargo, hay situaciones que sí deberán ser diferentes. Una de ellas es la relación con Florencio Aldrey Iglesias, pretendido mandamás de Mar del Plata, derrotado estrepitosamente en la ciudad tanto en la elección local como en la provincial y nacional.
Quien podría llegar a ser el embajador argentino en Italia, el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli, ha reconocido recientemente ante íntimos: “la amistad con Florencio me perjudicó”. Scioli creyó por años que tener la tapa de La Capital a favor era clave en la estrategia política. Tal vez en algún momento pudo haber sido una ventaja, pero en los últimos tiempos se transformó en una lápida.
Claro que no es sólo una responsabilidad local poner equilibrio en la relación entre la política y el pequeño coruñés emprendedor: la Provincia tiene un rol central en ordenar esta relación que perversamente coloca millones de dólares en el bolsillo de Iglesias, en algún caso de modo tan grosero que escandaliza. Para señalar al respecto: uno, que el BAPRO le paga al Gran Hotel Provincial un alquiler por uso de espacio para los cajeros, y no es poca plata: setenta mil pesos mensuales, que importan ochocientos cuarenta mil por año -es una auténtica locura y despilfarro que se le pague a un inquilino porque la utilización de un espacio que es propio-. Dos: la estatua de Botero emplazada en el shopping que lleva el nombre del galaico, asumen los entendidos que tendría un valor de mercado de alrededor de un millón de dólares, y habría sido adquirida con un crédito preferencial cuyo destino original era la compra de maquinaria. Por si todo ello fuera poco en términos de lo que hace falta revisar, toda la concesión que se le ha otorgado debería ser rediscutida, porque los valores actuales que Iglesias le paga al municipio por sus explotaciones son una ofensa al sentido común.
En relación a lo que viene esta semana, el miércoles 16, en conferencia de prensa, se darán detalles de las tres denuncias penales que se presentarán en relación al exintendente y funcionarios salientes, así como de otras tres presentaciones que en principio tendrían carácter técnico administrativo.
Ni Florencio Aldrey Iglesias ni Gustavo Arnaldo Pulti se han notificado fehacientemente (y mucho menos han entendido) que perdieron el poder en esta ciudad. Ya se enterarán cuando comiencen a llegar las causas penales y las revocaciones de concesiones.