La batallita política por el PJ local, ya pasó. No es ni una molécula en el microscopio para el ciudadano de a pie de esta ciudad. Al final de la batallita, se conoció una carta autorreferencial «Cristina style» en la que la ganadora, Fernanda Montoto Raverta se dirigiío a la tropa de empleados públicos que se referencian en ella y en La Cámpora.
El texto —citado como «duro» por la media local— hace mención a lo logrado. Cito: «Luego del triunfo de ayer, quiero agradecer a todos y todas aquellos que nos acompañaron con su voto, y particularmente a todos los y las militantes que trabajaron incansablemente para llevar nuestra propuesta a todos los rincones de la ciudad».
El relato siempre necesita de un enemigo cruel, y cuanto más cruel, mejor. Por eso, Fernanda dice, señalando acusadoramente: «amerita también un comentario sobre la inaudita campaña sucia donde me realizaron operaciones mediáticas nunca vistas e inimaginables. Más allá que la respuesta a eso ya transita los caminos legales, merece la pena una reflexión». Y luego plantea: «En nuestra ciudad proliferaron este tipo de acciones desde el 2019, cuando llegó al gobierno el Intendente que sin ninguna duda trajo consigo estas prácticas que ya vienen ejercitando hace muchos años en la política de Capital. Acá no estamos acostumbrados a eso (por suerte), ni queremos estarlo».
Un imaginario extraño. No hay una carta para los que sufren hoy, no hay un enemigo silencioso que aplica métodos desconocidos. Se sabe, ciertamente, quiénes juegan este juego, de ello ya hice cita en la edición anterior. Fernanda y su esposo, Pablo Obeid, tienen obligaciones hoy, no en un futuro próximo. No es sólo la ANSES, o el PAMI. Los funcionarios del área de salud del gobierno provincial pertenecen a su espacio político. Después de la irrelevante elección, allí estuvo de festejo la directora general del HIGA, Verónica Martín, en el festejo triunfal en donde se propuso un futuro venturoso para todos los marplatenses en el caso de que La Cámpora llegue algún día a gobernar el municipio.
Hoy en el HIGA, la gente está a su suerte. Nunca sabe uno si recibirá o no tratamiento, porque nadie da certezas y Verónica Martín y su staff no dan respuestas. ¿Eso es amor? Porque de amor y respeto habla Fernanda en su texto, que al final dice: «Un peronismo que se anima a gobernar la ciudad. Que pone el norte en función de mejorar la vida de todos y cada uno de los vecinos y vecinas, sean peronistas o no lo sean. Que tiene la mirada puesta en el año que viene, y los invita a todos y todas a sumarse con amor, elemento indispensable para llevar adelante las cosas importantes».
Entre las cosas importantes, hace tres meses que el tomógrafo, no funciona. Entre las cosas importantes, hemodinamia tampoco funciona, hace meses. Derivan pacientes al hospital del Cruce. El HIGA, hoy, está administrado por los que prometen amor para todos y todas. Den el ejemplo, háganse cargo.