La cita fue en el recinto del «conejo delirante» (HCD), para la que se pusieron sus mejores pilchas al estilo del contracté marplatense y se lanzaron a perorar sobre la enorme mentira que implica la consigna de la «defensa de la educación pública de calidad». Allí, Lazzeretti dijo que «la saga no se termina». ¿De qué habla?
¿Por qué digo que la consigna es mentirosa? Partamos de dónde vino la convocatoria: de la facción peronista que reporta a Sergio Massa y que representa el edil Ariel Ciano. Sí, el mismo Massa que, mientras okupaba el Ministerio de Economía, en plan electoral, recortó en agosto de 2022 el dinero asignado al programa «Fortalecimiento Edilicio de Jardines Infantiles» en $15.000 millones y que determinó, por aquel entonces, un recorte de $50.000 millones para el programa Conectar Igualdad. Otros recortes sumaron $70 mil millones para todo el sector.
Hoy alzan sus palabras —muchas de compromiso, otras de expectativas— que claman por una «educación de excelencia». Curioso: estuvo presente Analía Laxalde quien, en su rol de directora del colegio nacional Arturo Illia, es parte de la destrucción de esta institución que fuera de excelencia en General Pueyrredon.
Aquí introduzco un dato esencial: cuando Jorge Petrillo asumió su primera gestión como rector de la UNMdP, se descubrió una estafa multimillonaria a la universidad con libranzas falsas, en una causa que se cerró discretamente sin que nunca se desplegara una verdadera investigación. Expuse por más de un año en soledad mediática este caso de corrupción que, como tantos otros en la ciudad, el poder se ocupó de ocultar.
En una discreta nota en La Nación en el año 2000 se podía leer: «En cuanto a los cuestionamientos por la estafa que sufrió la Universidad durante el año pasado, Petrillo aclaró que ese tema “está en manos de la justicia” y que confía en su esclarecimiento». Aquel hecho fue el primer sacudón que recibió la gestión del rector, cuando en el Banco Nación se cobraron cheques en la cuenta de la UNMdP por valor de 1.2 millones, sin que aún se haya esclarecido el caso.
Nunca necesité del permiso del poder para analizar y, en función de los datos, señalar lo que ocurre con los recursos públicos destinados a esta y otras universidades. «Cuestionamientos por la estafa» citaba La Nación. Un escándalo que soterraron convenientemente. U$S1.200.000 es lo que pudo rastrearse. Libranzas que, en algún caso, se cobraron a nombre de Napoleón Bonaparte. Vaya impunidad.
Hoy, el gobierno nacional pone en foco esta y otras cuestiones. Hay escaldaduras políticas y sociales por lo que percibe el chofer del rector de la UNDR. El chofer de Lazzeretti, ¿cuánto cobra? ¿Cuánto se llevan los militantes del inexistente Partido Socialista del presupuesto universitario de Mar del Plata? Millones para mantener un politburó acomodaticio que ha cambiado de camiseta sólo para mantenerse en los cargos: Chewbacca Lazeretti se sentó en la poltrona de la universidad en alianza con La Cámpora. Cuando la agrupación peronista se mando por su propia impronta, saltó a abrazarse a los radicales que —como Alsogaray en 1989 con Menem— se tomaron la cucharada de ricino y fueron en alianza con estos vividores del presupuesto público.
Asumido héroe de la resistencia frente al imperio oscuro, Lazeretti lanza: «la saga continúa». Sí, Chewbacca, la saga del choreo, a vista de todos.