Lo había detestado tanto…

Lo primero que hizo, fue borrar un tweet suyo en el que se lo ve abandonando su banca ante la declaración de ciudadano ilustre a Ladrey Iglesias, el sujeto detestable en el que se podían encontrar las razones detrás de la sensación de frustración y del atraso que vivía la ciudad, así como el colapso del proyecto político que encabezaba su padre putativo, Emiliano Giri.

Era todo lo que estaba mal… hasta que llegó la oportunidad de convertirse en un primus interpares. Léase: intendente de General Pueyrredon. Ahí, todo cambió, lo que implica, que nada de lo anterior era sincero.

La imagen que ilustra esta columna, lo dice todo. Una mirada que brilla de admiración en el contexto de un diálogo de voces prietas con el gárrulo brigantino que se pasea por cuanto evento social haya en Mar del Plata buscando dejar detrás de sí una imagen bonachona de despedida.

Agustín Neme, el intendente provisorio, demostró que las personas se muestran de verdad cuando, ante el desafío del poder, dejan el personaje para, en sus actos, definirse como lo que son. Nada fue como pensaron cuando repetían que iban a «manejar la ciudad».

De aquel absurdo de los «ocho concejales propios» y la fiesta de arrojar funcionarios radicales por la ventana armar el supuesto gabinete sub cuarenta, a esta realidad de ser apenas un intendente provisorio que sólo figura en las fotos y que no tiene poder real… penoso.

Dos ejemplos: Uno, la designación de Tomás Amato en la presidencia de OSSE. Amato se reunió tanto con Montenegro como con Rabinovich previo al anuncio. La charla fue clara y precisa. Amato sabe bien con quién, de qué, y por qué hablar de cada tema que tenga que ver con la función. El otro, es la inminente designación de Diego Juárez al frente del EMTURyC. Las ficciones publicadas, nada tienen que ver con los hechos reales que rodean a esta potencial designación, sino que responden a los juego de intereses que se dan en el interior del ente y al rechazo feroz del personal a la figura de Valeria Méndez. Nada de lo que se decida, pasa ni por el escritorio ni por las manos del intendente provisorio.

Volviendo a OSSE, la continuidad en el cargo de Cristina Coria como vicepresidenta y de Mario Ricciuto como síndico titular, hablan más que el cotillero torpe que le asigna espacio en la decisión al suplente de la firma de despacho. Valga decir que tampoco es que el cambio tenga que ver con la partida de Carlos Katz, quien ya se jubiló.

En tanto la ciudad celebra la apertura de emprendimientos comerciales, desde la municipalidad los festejan como logros propios, aduciendo que se deben a la política de puertas abiertas. Algo de eso hay, pero no explica el todo. De ninguna manera. Lo que sí está claro, es que hay que trabajar en lo público porque, sino, en dos años, será de ver en manos de quién queda esta comunidad.