La presentación «in voce» por parte del abogado de Mauricio Macri ante la Cámara Federal, rompe con la regla no escrita de ese juzgado de no conceder recursos de apelación en esos términos; y la pretensión de Martín Bava de estar presente para poder retrucarla, fue desechada por improcedente. Se trata de otro acting —uno más— de este curioso operador judicial que reporta directamente al juez de Dolores Alejo Ramos Padilla.
El rol que juega Ramos Padilla en todo este engorro —armado desde la usina del Instituto PATRIA—, es un secreto a voces en ámbitos judiciales. La Cámara Federal de Mar del Plata le ha permitido en estos dos años ser el operador de las «causas espejo» o «causas de revancha» impulsadas por Cristina Elisabeth Fernández. La idea —como se ha expresado en más de una ocasión— era llevar a Macri a una negociación política que impusiera una especie de amnistía.
Este esquema judicial ha sido tolerado por la cámara que integran Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez. Un esquema que tolera que Bava actúe como soldado de las batallas en causas de Lesa y, cuando en esas causas —como es habitual— se cometen estropicios jurídicos, se pergeñe cómo hacer encajar por la fuerza a los mismos en un artificioso ejercicio del derecho.
En un fallo reciente que resolvió Martín Bava, rechazó medidas de prueba y dictó el sobreseimiento de su colega Bibel y de los fiscales de Justicia Legítima Juan Manuel Portela y Daniel Adler, en el sumario abierto por la presunta protección a los imputados en un caso en Necochea. Si algo se debería hacer desde el nuevo Senado, de cambiar la relación de fuerzas, es revisar estos procederes que tienen una línea muy nítida.
Si en algo destaca Bernardo Bibel, es por sus fallos. Suelen ser breves y estar escritos en un lenguaje coloquial, como indica la corte. Dice Bibel «por los actuados adhiero en todos sus términos al voto del distinguido colega». Puede ser voto de Tazza o Jiménez, da igual. El solicito Bibel adhiere. Nadie le pide más, y no puede hacer menos.
La actitud de dar lugar a la expresión «in voce» de Lanusse en defensa de Macri, pidiendo apartar a Martín Bava, es redundante. Lo nombraron Tazza y Jiménez, y saben bien que lo monitorea —desde La Plata— Alejo Ramos Padilla. ¿Qué harán estos finos olfateadores del viento del poder? Es un alto interrogante.
Siempre está la idea de que el poder guarda en el placar un carpetazo furioso. Esta cámara tuvo ruido siempre con la integración de Jorge Ferro, quien se acogió a la jubilación y hoy enfrenta cual reo común causas por incumplimiento de los deberes de funcionario público y tráfico de influencias agravado. Jorge Ferro aún no declaró. Nadie sabe con qué puede salir el ex juez conocido en el medio como «Margarina» o «Calígula».