Intoxicados en su propia salsa agria, los integrantes del torbellino ausente de ideas de la manzana de las sombras se abalanzaron en esta semana en la opereta más berreta y sin sentido que se pueda concebir: poner al juez federal Alfredo López como candidato in pectore del intendente Carlos Fernando Arroyo. Corren detrás de estupideces tiradas en tono de primicia, imaginando escenarios que sólo existen en la calenturienta imaginación de quienes en año electoral actúan como niñatos torpes que agitan sus partes como si eso fuera el mejor sexo de su vida.
Fueron tres días de dimes, diretes y afirmaciones en las redes, que cada día son más la nueva peluquería del barrio. Así, a la que te criaste, sin fuentes, sin información verificada, sólo cortando y pegando dichos de otros carentes de toda credibilidad.
Transitar no es pertenecer; si pertenecieran sabrían que nunca, jamás, Carlos Fernando Arroyo le abriría un espacio a Alfredo López. Sencillamente porque sin que laboratorio de análisis político alguno se lo diga, Arroyo sabe que el único que puede tomar su segmento de votantes íntegramente es el juez federal, cuyo capital esencial es ser el némesis de Justicia Legítima en Mar del Plata.
Alfredo López está interesado en ser una voz en Mar del Plata, pero no cualquier voz. Quiere ser una voz que se haga escuchar haciendo la diferencia en un sistema judicial, el federal, que ha sido devorado por su corrupción estructural y funcional. En esa idea de las cosas, ser concejal de Arroyo sería la nada misma.
Tirar la fantasía que se lanzó esta semana, ya de por si es estúpido y propio de estúpidos. Twitear, replicar en las redes, hablando de que López es bienvenido a disputar las PASO -como si alguien fuera el portero de las PASO y hay que un derecho de admisión- es por demás insolente.
La jugada no tiene padre, ya que todos los sospechados niegan ser el autor. Todos dicen que retwitearon porque les pareció “novedoso”. Una nueva categoría de análisis político: novedoso. En fin: como todos niegan, no voy a poner nombres propios. Sólo diré que el que armó la butifarrada de señalar a López como candidato de Arroyo para derrotar a Vilma Baragiola, está literalmente aterrorizado, porque octubre se lo va a llevar adonde pertenece, el lugar del que nunca debió salir.
El 2001 dejó como saldo nefasto que personas que jamás debieron haber ocupado un lugar en la política, estén metidas en medio de un colectivo que debe dar ejemplo. Esta semana lo ocurrido fue patético, periodística y políticamente. Porque lo que ocurrió no es periodismo, y porque quien hace política sin reflexionar, no puede conducir ni gestionar.
Un dato duro: Vilma Baragiola lidera las encuestas. Esa piedra en el zapato no se la pueden sacar.