Una vez más, como ocurre desde hace siete años, Gustavo Arnaldo Pulti da vueltas en círculos en torno a la inseguridad sin provocar, en rigor, cambio alguno que tienda a dar respuesta a la ciudadanía.
En una sociedad en la que la vida transcurre en fotogramas y no hay continuidad entre los hechos, el mismo grupo político que impulsara una consulta popular para requerirle a la comunidad sobre la pertinencia o no de establecer una fuerza policial municipal; el mismo grupo que luego la evitó, al advertir que la perdía irremediablemente, vuelve por las suyas como si nada de lo anterior hubiese existido. Esta sociedad que piensa cuadro por cuadro, sin hilván ni conexión entre ellos, se ve envuelta en un debate falaz y mentiroso sobre el tópico que involucra al 89% de los ciudadanos en cualquier medición de opinión: la inseguridad y su falta de solución por parte de las autoridades.
Gustavo Arnaldo Pulti, ante cada hecho resonante, actúa del mismo modo: contiene la embestida primero; luego, si puede, corrompe a los actores del reclamo, y por último lanza una bola pública siguiendo la regla número seis del ideario de propaganda de Joseph Goebbels, el Principio de orquestación: “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. Una y otra vez Pulti presenta la misma idea, la de la policía municipal, como respuesta al reclamo social.
Esta semana, en la 99.9 Cristian Azcona, del FR, señalaba: “Hay un oficialismo 1 y 2. El Frente para la Victoria es parte del oficialismo. Cuando se ve dificultoso algún expediente para AM, se vuelcan por los concejales del Frente para la Victoria. Estamos hablando de incrementar nuevamente la planta política con 7 direcciones, no queda claro cuánto sale todo el funcionamiento de la policía”.
Tan acertado es el juicio de Azcona al respecto, que en declaraciones radiales, el concejal Pablo Retamoza, del FPV, arguyó: “Nosotros acompañamos la creación de esta policía”, para agregar que los aspirantes van a ser ciento por ciento marplatenses “que conozcan la idiosincrasia de cada barrio”. Ajá. Y los que egresan ahora de la escuela de policía que funciona en nuestra ciudad, ¿de dónde son?, ¿del Gran Buenos Aires, de Entre Ríos? La actual escuela de policía Juan Vucetich sede Mar del Plata contiene hoy a 690 alumnos que cursan de lunes a viernes de 7,30 a 18,30 el curso de formación auxiliar técnico de seguridad, y egresarán el próximo 29 de noviembre. Obvio es señalar que los que egresan son marplatenses y batanenses, tal como le gusta al concejal Retamoza, y no de otras localidades que desconocen la ciudad.
En este esquema de insistir en el relato y la mentira, en la semana que inicia se dará el debate sobre esta cuestión en el recinto del Concejo Deliberante (veremos cuán honorable será en la ocasión), en dos bloque de doce votos cada uno: pultistas y cristinistas, liderados desde Venezuela por Carlos Cheppi, y los bloques en oposición de la UCR, el FR y el Frente Atlántico. Doce a doce, y desempatará el presidente del Concejo Nicolás Maiorano, de habitual y concordante diálogo con el subsecretario de Gobierno Diego Monti.
Otra vuelta a la noria en la sociedad del pensamiento en fotogramas.