Columna de tapa / por José Luis Jacobo

Deben ser los mediocres, deben ser II

Los hechos impactan, y no hay relato que los pueda ocultar. Al final del partido Boca-Aldosivi, se conoció un audio de José Moscuzza hijo —popularmente conocido como «Josecito»—, en donde se quejaba del abandono del estadio Minella e incluso mencionaba que sería justo reclamarle a la municipalidad 20 millones de pesos en «compensación», en concepto de la pérdida monetaria que implicaría la imposibilidad de vender entradas para la tribuna techada, hoy clausurada.

Leer más

Deben ser los mediocres, deben ser

El juez federal Santiago Martín avaló las presentaciones en contra de la prospección petrolífera que se efectuarían a 430 km de la costa de la ciudad, fallo que fue festejado por todo lo alto por el intendente Guillermo Montenegro, quien dijo estar «muy feliz».

Leer más

Esa sensación de ya no ser

Pasó enero. Mar del Plata no fue la sede del Torneo de Verano, que se jugó en La Plata y pudo jugarse en San Juan. No hay siquiera un debate al respecto, mucho menos un escándalo. Punto para la administración actual: han logrado acallar la polémica en torno a este tema en la ciudad.

Leer más

El último tren a la prosperidad

En la campaña presidencial de 1989, Eduardo César Angeloz prometía lápiz rojo para los gastos del Estado y aferrarse al pasamano del último tren a la prosperidad. Lo hacía en medio del caos económico previo a la híper inflación que se desató más tarde ese año. Una vez más, como en el día de la marmota, el país se escuece por las altas marcas térmicas, y la irracionalidad digerencial.

Leer más

Sólo preguntas incorrectas

Hay una forma de comprender a los medios de comunicación que se da en cierto universo del poder que sólo acepta la lisonja. Creen que tener los medios ordenados es clave para poder gobernar pacíficamente y sin que haya sorpresas. Es un modelo perverso, que busca ocultarle al pueblo soberano lo que efectivamente ocurre.

Leer más

A lucky man

Dice la leyenda que, cuando un egresado de la escuela de guerra de Saint-Cyr podía ser elevado al generalato, tenía que cumplir con el rito de una reunión a solas con Napoleón, en la cual el Gran Corso le hacía una sola pregunta: «Es usted un hombre de suerte?». La naturaleza de la respuesta era lo que definía el destino del militar a partir de ese momento.

Leer más