Entre la restauración conservadora y la delirancia del protagonismo
La entrega de los premios Estrella de Mar está destinada a estar envuelta en escándalos patéticos de vanidad y protagonismos de aldea. Este año, la restauración conservadora trajo la entrega de una distinción al brigantino Florencio Aldrey. Curioso el hombre: niega su segundo apellido, y detesta que se le cite como Aldrey Iglesias.




