Cambia todo cambia

Necesitaban una temporada ruinosa para retomar el relato que busca imponer la cadena de corte y pegue sobre la marcha de las cosas en la ciudad. Necesitaban una catástrofe económica que diera pábulo a su relato de decepción y falta de políticas. Han probado con todo, y nada resulta como lo plantean. La primera quincena trajo 18.000 turistas más que la temporada precedente; la segunda explotó -al decir de Crónica TV-, y el último fin de semana de enero, la ocupación fue del ciento por ciento de la capacidad oficialmente instalada.