Otro balde de caca
El aroma fétido que se aprecia en la ciudad lleva a pensar rápidamente en la Macondo de Gabriel García Márquez: todo puede ocurrir en medio de un escenario de disparates inconcebibles de la dirigencia política de esta comunidad.
Columna de tapa, escrita por el periodista José Luis Jacobo
El aroma fétido que se aprecia en la ciudad lleva a pensar rápidamente en la Macondo de Gabriel García Márquez: todo puede ocurrir en medio de un escenario de disparates inconcebibles de la dirigencia política de esta comunidad.
La frase salió de la boca del intendente Gustavo Arnaldo Pulti. Dijo: “A algunos les gusta revolear caca”.
Hasta para el más distraído se hace evidente que la “blitz” que a diario impulsa por métodos de acción política directa Gustavo Arnaldo Pulti con el único objetivo de acorralar y derribar a Vilma Baragiola, está entrando en un escenario diferente por causa y efecto de los hechos de corrupción que despliega esta administración.
Un dato relevante de la inestabilidad institucional argentina ha sido por décadas el manejo y control por parte del Estado de la información que se le brinda a la sociedad, filtrada a través de la censura en todas sus formas, la persecución a los periodistas, y el acoso económico a los medios que insisten en soledad en publicar la verdad.
Tal el título del libro de Juan Domingo Perón escrito en el exilio. Prolífico escritor, el General iniciaba el camino de la autojustificación de su derrota política por medios militares demonizando a sus enemigos, y colocando al pueblo argentino en el rol de víctima de la barbarie.
Lo ocurrido en la semana que concluye no tiene precedentes en cuanto a movilizaciones en el país, y en particular en Mar del Plata.