La frase salió de la boca del intendente Gustavo Arnaldo Pulti. Dijo: “A algunos les gusta revolear caca”. Acto fallido que quizá fue toda una premonición, porque horas después, la caca se la empezó a revolear el vecino Roberto Maturana, quien por mera observación advirtió que camiones atmosféricos ingresaban a diario a un predio cubierto ubicado exactamente detrás de las oficinas del Consorcio Portuario, donde descargaban desechos industriales y toneladas de detritus humanos proveniente de pozos ciegos.
La situación develada por Maturana expone hasta qué punto ciertas cuestiones que la autoridad municipal, por medio de OSSE, daba como ciertas, son materia discutible. Hace por lo menos cuatro años que OSSE acusa a Moliendas del Sur de ser quien contamina con sus descargas las aguas del Puerto, atribuyéndole la responsabilidad de los fétidos olores que agreden el medio ambiente de toda la ciudad.
Maturana ha presentado por esta situación una denuncia contra el intendente Gustavo Pulti, Mario Dell’ Olio y Obras Sanitarias, además del Consorcio Portuario, por volcar residuos cloacales de camiones atmosféricos en la zona del Puerto. En la 99.9 brindó detalles al respecto de la presentación y cómo surgió la iniciativa: “Estoy viendo desde hace 3 meses que hay muchos camiones atmosféricos que van y vienen por el puerto. Me llamó la atención y empecé a mirar. Pude ubicar bien la logística de funcionamiento”. Una vez que los observó lo suficiente, se percató de cómo se llevaba adelante la descarga. Entonces explica que “los camiones atmosféricos descargan frente al Consorcio Portuario en una instalación que tiene sólo una reja con salida a dos calles, una de ellas oculta detrás de las harineras. Entran ahí por un lado y salen por el otro, descargan en el medio residuos contaminantes de salas de máquinas, materia fecal y lo que se le pueda ocurrir porque nadie los ve”.
Lo que Maturana describe es una situación gravísima que se da a vista y paciencia de todos los actores con responsabilidades públicas y políticas en el Puerto. Maturana reparte por igual a todos: Prefectura, Municipalidad, OSSE y el Consorcio. Las responsabilidades objetivas de tipo formal deberán ser resueltas en la justicia, pero las objetivas de carácter político están en cabeza del Intendente, sin duda. OSSE tiene facultades delegadas por la cuestión ambiental, y en estos años puso particular énfasis en dar a Moliendas del Sur el rol de ser quien, por desidia o falta de equipamiento, con sus descargas contaminantes arrojadas al espejo de agua del puerto, dañaba ambientalmente esa área y provocaba el olor que, según el régimen de vientos, suele sentirse en toda la ciudad.
Con Moliendas cerrado, el olor que incomodó a toda Mar del Plata el viernes 13 y el sábado 14, obvio es que tenía otro actor. Según se explicó, se debió a la falla de un equipo en Coomarpes, otra planta de harina de pescado. Interrogante: ¿será la primera vez que la situación la provoca alguien y se la imputan a otro? Esta situación es compleja y abre preguntas que deben ser respondidas. El daño ambiental debe ser combatido, pero es tanto el negocio que genera incumplir las normas, que parece más atractivo infringirlas que cumplir con lo establecido.
Parece que hay revoleo de caca para rato.