La puja entre el Municipio y el Sindicato de los Conejos Negros —porque ni un mago los puede hacer laburar— empieza a tomar un cariz que no se veía en la ciudad desde la época previa a la caida de Blas Aurelio Primo Aprile.
Desde esa época que el SMT no ha vuelto a emprender un curso de acción como el que se lleva adelante en este momento. Los cuatro años de gestión de Carlos Fernando Arroyo son un excepción: en esa época, estuvieron siempre enfrente y coordinaban con los sicaros del teclado de Ladrey y los manejos en la trastienda de Cospelito Perogrullo. En esa pelea bien visible, alentaban también tras bambalinas María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. Para el vulgo no era tan evidente pero, los que entendemos cuánto ajo hace falta ponerle a la pasta, sabíamos de qué corría aquel cuento.
Hoy en cambio hay —como en el soneto de Shakespeare— algo que el común de los mortales no podemos ver: algo se rompió, y ahora la pelea es a todo o nada.
De parte del Municipio, la posición se endurece cuando —en palabras del propio Montenegro— se muestran dispuestos a disciplinar a los municipales, aupados en los datos que indigan que, el sesgo actual en la sociedad marplatense, es de hartazgo generalizado, al punto que un en 88% —según arrojan diferentes encuestas— los municipales son percibidos entre «malos» y «muy malos».
La visión general es que perciben por lo que no devuelven y, amén de ello, son corruptos. Sabido es que toda generalización es mala, pero parece que aún así acá vale todo: en un tweet emanado de su cuenta personal, Guillermo Montenegro señaló que «1650 agentes municipales de la administración central adhirieron al paro decretado por el sindicato, esto es el 25% de la planta municipal a los que se les va a descontar el día», para luego agregar que «esto significa 50 millones de pesos que iran al arreglo de calles. Para cobrar hay que trabajar. Ningún vecino debe pagar a quien no lo hace».
La respuesta no se hizo esperar: el gremio contraatacó con un plan de lucha y de escraches.
El actual vocero del Sindicato —un actor de la línea más dura, y cada día más enfrentado al dúo Gilardi/Zacarías—, el secretario gremial Cristian Milansic, lanzó un ukase: «· Caravana el sábado( se hizo) · Se va a “festejar” el aniversario del año de no funcionamiento del horno crematorio. · Se abre la línea STM para denunciar, al estilo de la del ejecutivo: mal manejo de horas, directivas ilegales, chanchullos del ejecutivo, etc. · Se instala el escrache espontáneo donde vaya el intendente con delegados y comisión. · Presentación carta documento informando al intendente a poner en práctica el convenio y por consiguiente establecer marco paritario, comisión de higiene y seguridad, etc. · Medidas más fuertes se plantearían pasado el cobro de sueldo o teniendo fecha certera del mismo. · Martes que viene nos reunimos delegados y comisión directiva nuevamente para ver pasos a seguir».
Para escrachar no se han privado de nada: publican un video de Alejandro Rabinovich saliendo de un restaurant y movilizándose en vehículo que —sostienen— es propiedad del municipio, publicando también las multas impagas que tendría el rodado, por $7 millones.
Están cruzando líneas rojas. No son periodistas, ni hacen periodismo. El escrache, siempre es fascista.
Llevan décadas actuando como si sólo tuvieran derechos, y nunca obligaciones.