La reunión fue en la Casa Rosada y tuvo una agenda extensa, que el presidente Mauricio Macri manejó con rigor y ajustado detalle. Partícipes de la vida portuaria y la pesquería local advirtieron claramente la predisposición presidencial a dar respuesta a los conflictos de la actividad y su ámbito de influencia de manera sólida y consistente.
El encuentro estuvo precedido por un diálogo con Ricardo Buryaile en el Ministerio de Agroindustria, en donde se precisó el temario a tocar, y de allí en combi a La Rosada para la reunión plenaria con la presencia de todas las cámaras de Mar del Plata más dos grupos patagónicos que completaron la extensa mesa presidida por el jefe de Estado de la nación.
A la larga lista de demandas por cuestiones fiscales, laborales y operativas que se presentaron, el Ejecutivo contestó con definiciones de Macri, que pidió a los funcionarios presentes celeridad y soluciones ya. Por caso, en el retorno de impuestos por la carga de combustibles, que hoy se paga a precio pleno y luego se hace una devolución de impuestos que conlleva un largo proceso administrativo.
Macri fue categórico en algunos puntos: pidió eliminar impuestos de manera directa en la venta de combustible a la flota, o volver a criterios que habían sido derogados en los ’70 por Domingo Cavallo. El Presidente, textualmente, señaló: “hay que simplificar el trabajo de las empresas, no se puede seguir poniendo trabas innecesarias”.
Un capítulo central fue el referido a la relación con los gremios. Ante la queja de los empresarios por la ocupación de fábricas, cortes etc., la respuesta fue cortante: Macri les expresó que debían “dejar de tener miedo, aguantarse si fuera necesario uno o dos días de presión y no pagar para terminar con la ocupación“. También los alentó a que, de ser necesario, hicieran la denuncia y exigieran que la justicia actúe. Allí se abrió un asterisco interesante, toda vez que los presentes, a una, señalaron que los fiscales no actúan ante estos hechos, lo que llevó a Macri a interrogar: “¿cuáles son los fiscales que no actúan?” Al ilustrarlo de que eran los fiscales de provincia, el Presidente, dirigiéndose a Guillermo Sarquís, le indicó que hablara con el procurador Conte Grand y que este debía dar claras instrucciones a los fiscales para que actúen en esas circunstancias.
Macri apuntó que es hora del fin de las mafias y que la disposición es a no permitir aprietes o presiones fuera del marco de derecho. Exigió a las autoridades del área a convocar a los gremios del sector a una reunión para discutir la competitividad, y fue tajante: “lo llaman al Gato, a la Gata y a quien sea que deba estar”. La referencia es para el mandamás en las sombras del SIMAPE, Juan Domingo Novero.
Quienes participaron de la reunión coinciden en señalar que el quien estuvo incómodo fue el presidente del Consorcio Portuario, apurado por el Presidente ante todos los presentes por la situación de los silos y otras cuestiones operativas. Dijo Macri al respecto que no hay tres meses para hacer un pliego de licitación para demoler los mismos, y demandó respuestas operativas inmediatas.
Otro tema clave de la reunión: las ART. “¿Por qué no se habla de que, por la negativa de los diputados de Massa, la provincia de Buenos Aires no adhirió a la nueva ley, lo que provoca que la industria del juicio se mude de CABA a la provincia?”, argumentó el Presidente. La cita presidencial dejó mudos a todos. Un evidente cambio de estilo que sorprendió a quienes estaban allí, dicen, para bien.