No duden de que lo más importante que ocurre en la ciudad -y lo más grave también- es la actividad de la dupla encarceladora formada por el juez federal Santiago Inchausti y la fiscal Laura Mazzaferri; de ello damos debida nota en la investigación central de esta edición, y en la columna de Malas Lenguas.
Aquí me voy a referir al diputado provincial Manuel Mosca, quien ha forjado una relación política muy fuerte con la gobernadora María Eugenia Vidal, y sostiene portar un mensaje de una de las mujeres más poderosas del país, quien al parecer le habría solicitado: “buscame un candidato para el 2017 que nos dé un triunfo en Mar del Plata”. Más que un demérito para Mosca, el que un diputado de extraña sección recorra el espinel buscando un candidato que traccione la lista, el verdadero demérito es para la dirigencia de la ciudad, que sigue siendo destratada políticamente.
Lo que sí preocupa es su listín de posibles candidatos. A diferencia de Agustín Cinto, un habitué del Jockey Club porteño y las playas del este uruguayo, Mosca es de Bolívar, conoce de política, y hoy maneja una facción interna en el PRO con poder real. Lo que no es fácil de comprender es qué extraña conjunción de datos le puede hacer creer que Ariel Ciano puede ser el traccionador en una eventual lista al Senado bonaerense. El hijo del “Cholo” Ciano fue fiscal en Provincia en el primer armado de Eduardo Duhalde, pasó por la Defensoría provincial, renunció, para ser luego concejal de los accionistas marplatenses y, tal como señaló el propio ex presidente de cuasi facto, Ciano también integra esa “dirigencia de mierda” que fracasó estrepitosamente. Fracasaron en todo menos en hacerse de una buena vida económica a costa del trabajo de los bonaerenses que han pagado sus impuestos y gabelas para sostener una dirigencia que le hace asco al mérito sistemáticamente.
Ariel Ciano tiene un récord que ostenta un cero absoluto en su paso por la función pública: nunca logró condena alguna como fiscal, nadie agradece su accionar como defensor oficial, y desafío a quien exhiba una ordenanza de su autoría que signifique algo para esta comunidad. A diferencia de Franco Bagnato, actual director de Radio Provincia, que ha hecho saber que la política no es para él y que no tiene ambiciones (ha rechazado el convite varias veces), Ariel se agranda y pide encabezar la lista de senadores provinciales por la quinta sección, con lo cual se puede venir el corte de boletas más grande de la historia política de la ciudad.
Cuando pregunto cómo se forman estas ideas alocadas, me contestan que así trabaja el PRO, para luego abundar en que los nombres que se les antojan pertinentes aparecen en encuestas que nunca nadie ve, que nadie sabe cómo está formulado su cuadro analítico, pero se repiten cual auto de fe.
No es bueno para una comunidad que quienes actúan y hacen política se manejen con esta frivolidad. Hay una mosca en el plato del poder y nadie parece hoy reaccionar para cambiar un estado de cosas que nombre tras nombre repite errores desde el inicio de la democracia. Actores políticos ajenos a Mar del Plata deciden la conformación de las listas de aquellos que deben ser nuestros representantes… Algo sigue estando muy mal.