1) Guillermo Sáenz Saralegui
(su secreto más oscuro)
Don Guillermo está en problemas. Y no es su difluencia expresiva; no es su falta de lealtad a quien lo llevó a la banca —léase el intendente Arroyo—; no: prisionero de un secreto oscuro, es manipulado cual marioneta por el loser editor responsable del multiladrey. Habría que liberarlo de su miseria. Sería doloroso, pero una sola vez. Y más digno.
2) Lucas Fiorini
(conspirar es lo suyo)
Es del club del papa Francisco, sólo le falta la foto. Conspirar es lo suyo: tomó el Consejo Escolar como aparato para financiar el articulado de la campaña de Montenegro. Los que saben y lo conocen deberían hablar.
3) Antonio Gilardi
(de capa caída)
De capa caída, el jefe de la división Conejos Grises —salieron del negro, ya que al menos ahora concurren a trabajar— ve cómo el pingüe negocio de prestar plata a los empleados municipales se les va de las manos. La determinación del intendente de cortar los códigos de descuento desmonta kioscos.
4) Sergio Siciliano
(¿se investigará él mismo?)
Director de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, anuncia investigación por construcción en escuela de Mar del Plata. Que alguien le avise que ya la licitó, contrató, dirigió y pagó el área bajo su órbita en La Plata. Si hay corruptos, los tiene cerca, o dentro de su despacho.
5) Mario Puche
(¿por qué no lo miran?)
Un marplatense que vive desde hace 30 años fuera del país retornó en plan vacaciones y se aterrorizó del villorrio montado en Plaza San Martín. Lo espantó la falta de estética, lo pobre de la oferta y las ratas. Que le reclame en persona a Puche, que explota el lugar en nombre de los pobres y desposeídos.
6) Stella Maris Marinier
(cerrando un ciclo)
Brava la rubia debilidad de la administración. Puso a las organizaciones barriales en línea, las ordenó y condujo el proceso para liquidar deudas pendientes que dejó Cospelito a su destructor paso por la comuna.
7) Roberto Angrisani
(¿interventor?)
Llegó bajo la extraña figura de “advocador”, término sin existencia en la lengua castellana aplicado al cargo que en el que actúa, que es el de interventor del Consejo Escolar. Firma, dispone, desaloja… ¿Se hará cargo de estas acciones cuando llegue el momento de rendir cuentas?
8) Roberto Atilio Falcone
(travestido de derecho humanista)
Aquel que en 1998 señalara en escritos oficiales la “nefasta muletilla de los derechos humanos”, hoy es el héroe de otra mentira: la existencia de una banda neonazi en Mar del Plata. El derecho como instrumento de la mentira y el odio; barbarie travestida de orden jurídico.
9) Javier Moreno
(felicidad inesperada)
Dueño de un boliche —Never Mind— que no es ejemplo de nada, escudándose en los derechos de las minorías forjó una mentira que ahora pone tras las rejas por años a quienes estigmatizó en un plan político siniestro.
10) Juan Carlos Belmonte
(tiró una puntita)
Avisó: “no soy jefe, sólo cumplía órdenes”, Belmonte llega a juicio oral en condiciones críticas. Estigmatizado, abandonado políticamente… En fin. Si habla, otra será la historia. Con otros nombres, de otro peso.