1) Juan Manuel Pettigiani
(sin temores, a derecho)
Fue al hueso levantó la carga acusatoria en contra del quintero Juan Porco, al que criminalizaron burdamente los impresentables de Czycyc e Inchausti. Para Pettigiani no existió delito. Ahora habrá que ver quien se hace cargo del daño, no debería ser el erario público.
2) Juan Porco
(sólo un trabajador)
Le allanaron su vivienda, lo expusieron ante los medios, lo acusaron de trata de personas y de liderar una organización. Nada era cierto. Es un caso claro del poder del estado sobre un trabajador, con impunidad y mendacidad propia de psicópatas. Libre después de todo, celebra el fin de su calvario.
3) Guillermo Alcaraz
(andá a tocar el bombo a Batán)
Patotero, barra, delincuente apretador, sindicalista pesado. Ahora, en detención en Batán. Que se dedique a tocar el bombo entre rejas, le espera un largo tiempo a la sombra. Uno menos en el largo listín de vivos y abusadores kuka.
4) Alejandra Ayek
(sola, solita, y sola)
Se quedó solita. Los conejos negros no se hacen cargo del tema que afecta a los docentes municipales. Doña Alejandra está huérfana de apoyo interno. De la masa de docentes municipales, una mínima fracción es afiliada al gremio, pecado venial para el resto de sus compañeros.
5) Jorge Frías
(disruptivo en lo suyo)
Única voz que se alza contra el DNU presidencial cuyo objetivo es dar alguna ayuda a la renovación de la flota pesquera local. Para Frías, lo impulsado por el ejecutivo es una burla y pone en riesgo la vida de los marinos pescadores.
6) Alejo Ramos Padilla
(kuka atrevido)
El magistrado al frente del tribunal federal de Dolores es un auténtico atrevido. Integró subrogando la cámara federal de Bahía Blanca y es conocido integrante de justicia legítima. Está investigado por denuncias varias en el Consejo de la Magistratura, pero goza de la protección por parte de la Cámara Federal de Mar del Plata. Nada es eterno.
7) Guillermo Bianchi
(angustioso momento)
Novel dirigente en el rol de secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio. La muerte de un menor en la pileta de natación del gremio es un doble varapalo de la vida, por el propio hecho en sí, y porque que uno de los encartados es hija suya, guardavidas en el lugar y ahora sometida a proceso. Brava la suerte que es grela.
8) Marcela Priede
(por la vuelta al rancho)
Fundadora de rancho móvil, jura que lo suyo es la ecología y pide volver al predio de sus amores. Dice que han motivado la comprensión del lord mayor y que, si retornan, serán prolijitos de toda prolijidad.
9) Carlos Fernando Arroyo
(cerrando un ciclo)
Lo daban por renunciado en marzo de 2016. Aquí está, al frente de la administración más disruptiva con el poder mafioso de la ciudad desde la vuelta de la democracia. Y asevera que va a reelegir. Será de ver.
10) Guillermo Montenegro
(un tantillo extraviado)
Ay este vecino de San Isidro, que ahora opina de la transportación pública en la ciudad. “Primero hay que mejorar el servicio” soltó sin que nadie se lo pidiera. Andá y decile a Dietrich, o a Rodríguez Larreta, o a Posse en San Isidro que primero hay que mejorar el servicio para luego aumentar la tarifa. Más chanta, no se consigue.