1) Carlos Fernando Arroyo
(vini,vidi,vinci)
Logra lo que nadie: propinar un varapalo de proporciones a quien por décadas se sintió dueño y amo de la ciudad. El coruñés emprendedor debió alinearse a derecho y al orden como vecino de a pie del común, sin entorchados ni oropeles. Arroyo lo hizo.
2) Florencio Aldrey Iglesias
(el otoño del patriarca)
Sólo le quedan las sombras, y añorar aquellos gozos cuando todos comían de su manita ingrata. Está en su otoño: tiene el boleto picado y, de a ratitos, se da cuenta. No hay espacio para la lástima viéndolo así, en su otoño en víspera del invierno que ya está ahí.
3) Osvaldo Vespa
(no le teme al verbo)
Abogado de bajo perfil, levantó la puntería para dar batalla en la controversia por el uso del estacionamiento de Playa Grande. La expresión “MAFIA” no se le cayó de la boca así no más.
4) Angélica González
(dando la nota)
¡Ay, la doña! La doña es un caso. La vida se le va en un Diego. Si es el boleto, pide diez centavos menos porque el pueblo lo merece. Si es la tarifa de OSSE, un uno por ciento menos que lo que propone el ejecutivo. No se trata de lo que piensa o de lo que cree: es impactante su falta de comprensión de las propias responsabilidades.
5) Eduardo Vecchio
(¿yo, señor? ¡NO, señor!)
Paró el servicio del Rápido del Sud por un ataque incendiario a una de sus unidades. Clarito dejó que el servicio, a partir del siniestro, se detuvo como una señal de que los números no dan, y la restricción de pagos de parte de la provincia lo está colocando al borde del crash.
6) Gabriela Viadas
(poniendo el punto en la i)
La consejera escolar por la UCR fue al hueso: “Unidad Ciudadana miente, no hay chicos sin comer en las escuelas”. De ahí en más, desarrolló una enjundiosa defensa de la dirección actual, que bate récord de reparaciones en escuelas del Partido de General Pueyrredón.
7) Ana Belén Motto
(más ganas que conocimiento)
Abogada embanderada de la causa de la defensa irrestricta de la vida desde la concepción, planteó un conflicto con la Comuna por el protocolo de educación sexual que aplica conforme a la Ley Nacional de Salud Reproductiva. Entusiasta en su lid, le falta precisión a la hora de entender que es lo que sí y lo que no corresponde a derecho.
8) Manuel Mosca
(de licencia, y sin billetera)
Los que lo bancan dicen: “y, es buen pibe, siempre fue medio picaflor”. Parece que le picaba algo más, a tenor de la denuncia que lo relata con los lienzos bajos y exhibiendo impunemente el miembro viril a su aire. Ya sin billetera, complicado está el galán.
9) Hernán Mourelle
(no se ahorra términos)
Mou, tal como se le conoce en el Palacio, es tremendo bocaza. No le alcanzó con el gran logro de colocar a derecho al pequeño coruñés emprendedor, él tenía que zaherir a los compañeros de ruta radicales. Incorregible, diría Cris. Perdón, Borges.
10) Roberto Páez
(chucho va al frente)
Se puso al hombro la batalla por los casinos provinciales. Va de frente y medio solo en una batalla que mezcla el juego, la política, y los cruces del universo PJ versus MEV.