1) Marcelo González
(chapeau)
Juega fuerte. No sólo se trata del Teatro Tronador, del que impacta el nivel de inversión y calidad de materiales que se advierte aún en medio de la obra en curso, sino el despliegue de calidad de los mismos. Hay que señalar que darle la oportunidad en Mar del Plata a los estudiantes en edad escolar de tomar contacto con la exposición al respecto de la SHOA es una decisión de excelentísimo nivel a la hora de definir qué hacer en un espacio cultural.
2) Ayelen Martínez
(dando testimonio)
Funcionaria administrativa del sistema público de salud de la comuna. Su testimonio en la 99.9 no deja espacio a debate: “hay responsabilidad de los efectores de salud en el mal servicio que recibe la gente. Médicos buenos hay, no son los más. Hay mucha desidia”. Está dicho, y es público.
3) Martha Pelloni
(la Cámpora y las drogas)
La monja que fue clave en el alzamiento cívico contra los Saadi en Catamarca tras el caso María Soledad no anduvo por las ramas y desarrajó: “la Campora maneja la droga para Cristina”. La respuesta: ominoso silencio. Silencio.
4) Guadalupe Ferrari
(tremendo destino)
Treinta años, vida saludable. Una voltereta trágica del destino la tiene hoy peleando la vida —y, también, por su calidad de vida futura—. El debate de quién, cuándo y de qué hacer con los perros requiere una ley nacional, no alcanza con las ordenanzas.
5) Gustavo Blanco
(retroceder, jamás)
El funcionario que está cambiando la lógica del sistema público de salud municipal ha recibido un ataque mendaz del multi Ladrey. Nada extraño: los mafiosos del teclado siguen creyendo que pueden apretar a los funcionarios para proteger intereses mafiosos. Si algo no hará Blanco es retroceder o amilanarse. No se trata de coraje, es solo dignidad.
6) Marcelo Pasetti
(mal bicho)
Es un miserable. Capaz de lo que sea para agradar al patrón. Servil, siempre dispuesto al daño por el daño mismo. Lo increíble es que haya gente que sigue creída de que “se puede hablar”. Sicario del texto, sin escrúpulos no dignidad.
7) Guillermo Costanzo
(interrogantes)
Llegó de Lobería a esta generosa Mar del Plata que a todos cobija sin preguntar de dónde ni por qué. Ocultó su pasado lleno de interrogantes. Kirchnerista y ex funcionario de Cospelito. Usa el cargo público para batallas personales menores. Debería explicar cómo de secretario de Economía en Lobería cayó al rango de asesor del Consejo Escolar de dicha comunidad. Algo rarito, ¿no?
8) Francisco Pagano
(otros interrogantes)
Tardó en advertir lo lógico: su trapisonda torpe introduciendo dinero no declarado en Estados Unidos se resolvía presentándose a derecho, y acordando con los fiscales del norte. Eso sí, tiene preocupados los que le entregaron la money en su momento. El “plea bargaing” es un instituto que implica entregar información sobre terceros para salir bien librado. A quién habrá entregado Cacho para zafar de sus pecados.
9) Facundo Caparelli
(alta anotación)
El boga de moda en cuestiones penales en Mar del Plata obtiene un bonus track luego del acuerdo celebrado en Montana por el cual liberó a Pagano de la persecución penal y el posible encarcelamiento en EEUU cuando menos por dieciocho meses. Acciones en alza.
10) Juan Galarreta
(tutto in famiglia)
Nuestro híper garantista juez penal de sentencia ingresó al universo de aquellos que ven los cargos públicos en los juzgados como una posesión propia: ha designado, por su gracia, a la esposa del fiscal de drogas Leandro Favaro en un cargo judicial. Ahora doña Lucia Gastaldi gozará ahora de un puestillo bien pago al que accedió sin concurso y sin antecedentes. Questione di famiglia.