1) Santiago Bonifatti
(duró poco)
Le duró poco a “Santi” el rol de primus inter pares en el gabinete de Montenegro. Se hacen los distraídos, pero la capitis deminutio del ex accionista marplatense es la primera crisis del gabinete. Extenso gabinete, por cierto.
2) Alejandro Rabinovich
(nuevo ruso malo)
Es un áspero, que lo deja como un dulce de leche al ruso malo nativo. Se hizo cargo de presentar el presupuesto 2020, y es quien llevó adelante las negociaciones para cerrar acuerdos que harán viable su votación en el recinto. Esta un tantillo espantado de la lentitud provinciana con la que transcurren las acciones en nuestra aldea urbanamente extendida.
3) Roberto Fernández
(triste panorama)
Algunos son creadores, a otros les va la pala y el pico del entierro. Los tiempos cambian, y la Liga Marplatense de Fútbol enfrenta un presente y futuro complejo. A Fernández le cabe aquello del proverbio árabe: “ten cuidado con tus sueños, se te pueden cumplir”.
4) Maxi Abad
(subiendo el tono)
Se está poniendo en modo de adversario político. Bien por él. Hay que recordar la palabra del hijo de Dios en el Apocalipsis: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. Los votantes no quieren sonrisas, quieren la defensa de sus intereses.
5) Luis Ignoto
(sin plata para los fideos)
El bueno de Luis este año no tendrá ni procesión, ni cantina, ni reina, ni nada. La crisis llegó, se devoró todo, y no hay plata ni para fideos. Debería pedirle a Kicillof que le avise a los que tienen un pesito mas en el bolsillo, a ver si ayudan un poco ante tanta miseria.
6) Virginia Sívori
(haciendo grieta)
Una reina. En las fotografías, sale exquisita. Pero cuando abre la boquita… ahí se nota que es de la línea de la reina madre de los peronistas. Al adversario, ni la compasión. Virginia habla de aumentos de 3.000% en estos años de cambiemos y de dar auxilio al vecino. Que le avise a “kichi”, que nada de piedad le tuvo a los bonaerenses con el aumento de impuestos provinciales.
7) Dario Oroquieta
(el rostro de la ley seca)
Implantó la ley seca en Playa Grande, y el silencio. Se terminó el after beach. Cual Andrew Voslted del siglo XXI, sin ley alguna que lo habilite, Oroquieta se lanzó sobre cuanta heladerita o equipo portátil de música en la playa e instaló la pax arenil (sic).
8) Ricardo Alfonsín
(vergüenza inmensa)
Qué fraude al sentido común que resulta ser el patético imitador de su padre. Hoy desempleado del Estado, busca instalar que la masa radical es más proclive a votar al dúo los Fernández que a MM. Alcahuetería barata y triste de este auténtico saldo y retazo sin valor de la política argentina.
9) Carlos Philapsidis
(y, son cosas que pasan)
El griego jura que los carteles en el tobogán siniestrado en su bello parque acuático avisaban que existe un peso máximo para lanzarse por el mismo. Es que ignorar que los termos saphiens no le dan mucha bola a los carteles, es un riesgo.
10) Julio Di Virgilio
(un clásico)
Los Virgilio boys están en sus puestos de guardavidas en las playas sin contrato, ergo, sin contratante, y a su suerte. Ahora, lanzan una advertencia: “si nos pasa algo, la culpa es del intendente”. ¿Hasta cuándo la extorsión?