1) Guillermo Tristán Montenegro
(la loca carrera hacia la nada)
Todo es un acting: el ZOOM que propuso con MEV fue la nada misma. Un ejercicio de coaching alentando a no romper Juntos por el Cambio y no mucho más. La ex gobernadora no hizo crítica alguna al kirchnerismo, o la corrupción. El cacerolazo lo atribuyó a la sociedad, sin dar crédito a dirigente político alguno.
2) Pablo Chavarría
(los otros ignorados)
La pandemia está dejando sin ingresos en sus hogares a millones. En Mar del Plata, los transportistas escolares están abandonados a su suerte. Chavarría lo dijo claramente: “No hay subsidio para el combustible, no hay diferencial para seguros. Sólo nos dieron unas bolsas de comida una vez y nunca más”. Tremenda indiferencia.
3) Julia Márquez
(una jueza que se desmarca)
Lejos del discurso abolicionista, la magistrada fue precisa: “No hay motivo para excarcelar. Primero hay que trabajar para dar soluciones integrales dentro de los penales y no hacer lo que se está haciendo”. Lanzó la cifra escalofriante 166 violadores que han sido excarcelados.
4) Cesar Lezcano
(todo bien, no pasa nada)
Titular responsable de la CNRT de la localidad de donde partió el micro de larga distancia con trabajadores golondrina que iban a ser empleados como marinería para un buque pesquero en Mar del Plata, señaló que nada impedía al micro circular y que da fe que todo está en orden. Controversia fuerte. Mientras tanto, la justicia federal pone presos a los dos choferes de la unidad.
5) Rodolfo Iriart
(indignado)
Se le saltó la térmica mal y disparó un tweet manifestando su indignación por el arribo del colectivo de empresa Bus de los Esteros SRL —originario de la ciudad de Riachuelo, provincia de Corrientes—, que traía pescadores a trabajar a nuestra ciudad. La polémica ahora es a nivel de interna en la CNRT.
6) Luis Barrionuevo
(hablando de pandemia)
El Luisito es un campeón: para él, la autentica pandemia son los millones de vagos a los que alimentan “8 millones de boludos que trabajan”. Sin oposición sus dichos. Todos chito la boca. Y sin barbijo.
7) Antonio Gilardi
(mudito, mudito)
En los pasados 4 años, si para el día 25 de cada mes no estaba depositado el dinero de los salarios de los municipales, ya empezaba a agitar las aguas. El día 30 o 31 por la noche ya quitaba la colaboración y, si el día 5 no estaba depositado el salario, hacia paro y meta bombo. Calladito mal está el conejo negro.
8) Fabián Uriel Fernández Garello
(agotado y sin espacio para más)
No, no, y NO. El ex integrante de la DIPBA le dijo “nones” al fiscal federal Daniel Adler, quien buscaba repartir la carga de trabajo que genera la tarea de la POLIZEI de andar persiguiendo inconstitucionalmente a los argentinos infractores en el marco de la histeria del coronavirus. No es pasión constitucionalista, es la eterna levedad del compromiso con el trabajo que campea en su nada brillante gestión.
9) Fernanda Montoto Raverta
(la sonrisa del final)
Esa sonrisa canchera y su apego a Cristina, madre de la vida que todo le da a quien todo le debe, la lleva a aceptar ser number ONE en el ANSES. Casi, casi una pintura del final. Casi, casi.
10) Pablo Avelluto
(se quedó corto)
Lamenta no haber hecho más para cerrar TELAM y la TV pública, a los que calificó de “club de militantes carísimos”. Y, tal como dijo Zulema a su hijo Boabdil, el último rey moro de Granada: “no llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”.