1) Horacio García
(el primer turista de la temporada 20/21)
No lo recibieron en el puesto policial de Autovía 2, no le dieron ni alfajores de Havanna, ni prendas textiles de Mauro Sergio, ni entradas para el Aquarium. Eso sí: le regalaron un bonitillo cargo público de suculento pago para seguir perdiendo el tiempo de los marplatenses. El nombramiento de “Totó” García en seguridad, es más de lo mismo. Ergo, la nada misma.
2) Mauricio Ríos
(mucha plata, mucho champán, mucho interrogante)
Muy conocido en la noche de Mar del Plata, con amigos en la política y en la policía. Impunidad malsana que queda expuesta, quizá por poco tiempo. Si la justicia no procura, todo el efluvio mediático quedara en la nada.
3) Eduardo Elizarraga
(sujeto oscuro)
Fiscal de la descentralizada de Pinamar, con pedido de juicio político por parte del intendente Yeza. Urge que deje ese cargo de tremenda importancia. Con tipos así, no hay seguridad ni justicia posible.
4) Josefina Álvarez Toledo
(marplatense espacial)
Marplatense, ingeniera con aires desafiantes de ser alguien en un mundo que fue de hombres. Desde Satellogic —empresa argentina que manufactura y coloca satélites en órbita— hace su parte con estilo.
5) Viviana Bernabei
(la hora de la verdad)
El conflicto por la prestación de salud en Chapadmalal se la va a llevar puesta. Se puede decir lo equívoco una vez. No se puede ser equívoco siempre. “No es triste la verdad lo que no tiene es remedio” (JMS).
6) Mauricio Loria
(coló una)
Se aprobó un proyecto que, sobre ideas de Emiliano Mensor, llevó adelante el curul sobreviviente del naufragio electoral de Agrupación Atlántica que busca generar posiciones de dureza sobre la nocturnidad clandestina. Es un instrumento. Se verá qué hacen con él los operadores del sistema.
7) Ignacio McKinnon
(testeando a nivel internacional)
Desde el Instituto de Investigaciones Clínicas se dieron al desafío de ser parte de la red de investigación en la lucha contra el Covid-19. Lograron ser parte, y van por el premio mayor: certificar eficiencia. Un salto de calidad asombroso.
8) Francisco Pisa
(manos manchadas de sangre)
Juez tucumano que ignoró las 13 denuncias que hizo la docente salteña Paola Tacaco. Ante el horror de la muerte de la ignorada víctima, va por la fácil: renunciar, para preservarse la jubilación. Aberrante.
9) Nicolás Vieytes
(una muerte plagada de interrogantes)
Un ejemplo de vida. Empezó desde muy abajo. El suyo es un verdadero camino de realización personal. Querido y reconocido en lo mejor que da la vida: su carácter de laburante. Su asesinato urge al sistema judicial a esclarecer su muerte.
10) Nicolás Gualco
(¿cómplice o inocente?)
La fiscalía actuante lo tiene por cómplice. Él niega, y asevera que fue víctima de un robo por hacerle un favor a un amigo. De la ficción al mundo real, metido en un escenario judicializado que pone en riesgo su libertad.