1) Bustamante y Ovejero
(siempre adelante)
Dos tipos comunes con el propósito sostener una empresa y crear negocios internacionales desde Mar del Plata. Un encuentro organizado en La Normandina de nivel internacional que cerró con una alocución de Emilio pidiendo que «no les hinchen mas las pe….s». Casi un cierre a lo Alfredo Casero.
2) Alberto Fernández
(cada día un fiasco mas)
Golpeador, mentiroso, que hundió la Argentina que venía a «salvar de Mauricio Macri». Los bobis que lo votaron deberían pagar el costo de lo que nos hizo a todos. Preso de por vida debería estar.
3) Pedro Sanllorenti
(¿really?)
Un disparo en la noche contra una oficina urbanamente expuesta. ¿Un tiro al voleo? ¿O un tiro en medio de un intento de asalto en un área que registra, entre otras cuestiones, un alto riesgo para transeúntes y está siempre en el top del robo de autos? Todo sirve para victimizarse.
4) Ricardo Anselmini
(un mínimo de justicia)
Ex policía encartado falsamente en el secuestro, violación y muerte de Natalia Mellman, la causa más hedionda de toda la historia del departamento judicial marplatense. Vidas destruidas por el odio social y la cobardía judicial.
5) Viñas y De Marco
(una correcta decisión)
Un fallo a derecho en el cual, el juez Viñas —que ya había fallado en igual sentido hace años—pone un pequeño momento de justicia para uno de los policías falsamente condenados por la muerte de Natalia Mellman.
6) Santiago Caputo
(¿terminará como Benjamín Otálora?)
Dicen de Santiago Caputo que sostiene: «quien no haya visto todos los capítulos de West Wing no entiende de política». Le diríamos que lea el cuento de Borges, «El muerto», que relata la historia de Benjamín Otárola, guapo de comité, muerto por ambicioso y desmedido a manos de un caudillo Uruguayo.
7) Axel Kicillof
(el daño no tiene fin)
No le basta con ser el responsable del tremendo desquicio de la estatización de YPF con un fallo en contrario de la justicia en Nueva York, ni con haber destruido el valor de la moneda. Cada día peor: ahora, nadie blanquea en el BAPRO porque él exige cobrar tres puntos de ingresos brutos por cada operación.
8) Lionel Scaloni
(¿qué más decir?)
Único e irrepetible. El hombre y su destino. ¿Cómo decir gracias sin ser repetitivo, ante tanta gracia recibida? Un tipo fuera de cálculo, que corría por debajo del radar y, el día que hubo que brillar, brilló. Y brillará.
9) Martín Guzmán
(entregador delirante)
El delirante de ex ministro admitió, en tono de confesión, que el encierro criminal al que nos sometió el PJ era por un cálculo político. Cree que hay lugar para él en la vida de los argentinos y se muestra en Washington DC —según su comunicación— hablando del préstamo otorgado al país en el gobierno de Macri. Menos creíble que Alberto.
10) Cristian Beneito
(haciendo, chita la boca)
Ante el lacrimógeno decir de la curul que se autocita en diminutivo sobre el drama del impago de gas y luz por la tremenda criminalidad del gobierno nacional, la mandó a callar y la puso en su lugar. No hay que tenerles miedo, no tienen ningún tipo de autoridad.