1) Guillermo Montenegro
(polémica con ventajas)
Tenía que buscarle alguna vuelta al escandaloso momento de inseguridad que atraviesa la ciudad, y lo halló. El sistema judicial se lo dejó servido. Guillermo da notas hablando del tema de bajar la edad de imputabilidad y le rinde, porque la gente se prende y asiente. ¿El problema? Que la cuestión la debe resolver el Congreso y estamos a años luz de que eso pueda llegar a ocurrir.
2) Cristina Elisabeth Fernández
(que haga juicio)
Decía muy acertadamente un político lugareño de nota en décadas pasadas: «para lo único que sirve un árbol caído, es para hacer leña». Sobre la ratificación de su carga procesal a costa de haberle robado millones a la sociedad argentina, a la ex, ex, ex, le suspendieron el enorme filón de plata pública que indebidamente percibía por parte de la ANSES. Todo llega. Si quiere percibir un monto mayor por su jubilación, que haga juicio.
3) Guillermo Castello
(regalo de Navidad)
Está a la deriva en su intención de coronar la lista el año próximo y así asegurarse otro período en la legislatura provicial. Le dieron una fuerte manito los delirantes de La Cámpora al cuestionarlo por no haberse sumado al homenaje al ex jefe de inteligencia de Montoneros, Rodolfo Walsh. Si formalizan la Comisión de Ética para tratar de echarlo, le hacen alto regalo para las fiestas.
4) Luis Colao
(atrasa, y se nota)
Preside el poco y nada prestigioso Colegio de Martilleros de PBA. Con ese ego desmesurado del que hacen gala —en tanto protegen a delincuentes condenados con matrícula—, asegura que van a litigar contra el municipio y acusan al intendente de cometer delitos. Un alguillo delirante.
5) Ricardo Quintela
(el delirante de moda)
Hablando de delirantes: el gobernador de la empobrecida y saqueada provincia de La Rioja anuncia un gobierno de coalición que salvará al país. Dejó a la provincia de default y le mal paga tanto a los empleados públicos como a los proveedores, con un papel sin valor. Desde ese lugar, es que hace estas advertencias peligrosas. Un chaleco de fuerza por allí, por favor.
6) Antonio Solimeno
(pide que Montenegro se pronuncie)
Es uno de los históricos de la pesquería local y un fuerte inversor en todo el sistema. Dijo en público lo que buena parte de la sociedad vinculada al negocio de la pesca señala en privado: que el intendente debe sumarse al reclamo de definiciones por las CITC de Merluza Hubbsi. Un primer paso de un reclamo político con muchos interrogantes.
7) María Isabel Sánchez
(¿Aún fiscal? Un despropósito)
Con el jury a Gómez Urso y Pablo Viñas en curso, y a definirse en la semana que inicia, es oportuno preguntar si, a la fiscal que imaginó perversamente el «empalamiento» de la niña Lucía Pérez, el ministerio publico fiscal la va a seguir protegiendo y apañando. Tremenda vergüenza.
8) Daniel Scioli
(vergüenza ajena)
Nunca dio la cara ni explicó su responsabilidad por los muertos de la inundación en La Plata en 2006. Con causas penales aún en curso, y un sistema judicial político que lo protege, se presenta como alguien que es capaz de resolver y auxiliar al ciudadano desde el Estado. Ridículo.
9) Walter Martínez Soto
(el problema es la anomia)
El fiscal que puso en la picota el tema minoridad impulsando un minué que aleja al sistema provincial de sus responsabilidades y busca cargárselo al municipio, habla de «anomia» social. No, anomia, es lo que hay de sobra en el Poder Judicial y en los estamentos provinciales.
10) Homero Giles
(gozando la impunidad)
Sigue al frente de IOMA. Miente, miente y en el camino quedan la vida y la salud de millones de bonaerenses. La lleva fácil: no da la cara, y sigue manejando la caja. Eso sí: todo, en nombre del pueblo.